Todos los partidos de Betanzos exigen a la Xunta más dinero para el nuevo colegio

FIRMAS

Reclaman una partida suficiente para tener listo el centro en el 2014
19 ene 2013 . Actualizado a las 07:01 h.Los cuatro grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Betanzos firmaron ayer una declaración institucional para exigir a la Xunta la construcción del nuevo colegio público para que entre en servicio en el 2014, dadas las condiciones en las que se desarrolla la labor educativa en el Francisco Vales Villamarín.
El alcalde, Ramón García Vázquez, celebra el acuerdo alcanzado para respaldar la demanda. En el texto consensuado, los partidos recuerdan que en el 2008, dada la masificación de las aulas, el pleno adoptó la decisión de declarar de utilidad pública para su expropiación varias parcelas en el entorno de la avenida de Fraga Iribarne, con la intención de construir allí un nuevo centro educativo.
Sin embargo, esa obra comprometida por la Xunta todavía no comenzó y la Administración autonómica solo contempla para este año 100.000 euros para una actuación que requerirá varios millones.
Los partidos destacan que el Vales Villamarín «é o centro máis masificado de Galicia», y por tanto, el nuevo colegio, dicen, «é o máis urxente de toda a área metropolitana», con la previsión de que el año próximo habrá aun más alumnos, ya que los datos de la natalidad en el municipio hacen prever que la matrícula se incrementará por encima de los mil estudiantes. Piden por ello una solución inmediata.
En la declaración institucional los representantes de PP, PSOE, BNG y CxB abundan en las razones que a lo largo de las últimas fechas ha expuesto la asociación de padres de alumnos del Vales Villamarín para justificar la necesidad de contar con el nuevo centro para el inicio del curso 2014-2015. Así, en el documento se habla de «liñas de transporte saturadas, falta de mobiliario adecuado, falta de aulas para desenvolver outras actividades e os nenos e nenas de segundo e terceiro ciclo sen saír ao patio en días de auga polo problema evidente de falta de espazo».
Esa falta de espacio a la que se refieren los firmantes del documento se ve en los pasillos del colegio, donde se han instalado mesas y sillas para habilitar dos clases de apoyo. Y en el comedor, que no alcanza para todos los niños que lo utilizan, por lo que es necesario ocupar para este fin parte del salón de actos.
A todo ello se une la antigüedad del edificio principal del Vales Villamarín, que data de principios de los años setenta y que a lo largo del tiempo ha sido sometido a escasas reformas. De hecho, hasta estas Navidades no comenzaron las obras para cambiar los obsoletos servicios por otros más adecuados a las edades de los alumnos (hay dos clases con niños de 3 años).