Nació con un tablero bajo del brazo. David Lariño (Noia, 1989) fue campeón de España en todas las categorías inferiores antes de imponerse en el Nacional absoluto del 2008. Desde entonces, ganó el Nacional de Internet y el Open Internacional de Victoria. En la actualidad, ostenta el rango de gran maestro y forma parte del equipo del Circulo Mercantil de Ribeira que compite en la primera división gallega.
-¿Qué significa ser gran maestro en el ajedrez?
-Es el mayor título que se puede obtener. Las máximas categorías son maestro FIDE, maestro internacional y gran maestro, que es lo que soy actualmente desde este viernes en el congreso de la FIDE, que es la Federación Internacional de Ajedrez.
-¿Es complicado llegar a ser un gran maestro?
-Requiere bastante trabajo, constancia y tener algo de suerte para conseguir las normas necesarias, como jugar contra varios grandes maestros o gente de otro país, y esto no siempre es fácil de conseguir.
-¿Cuáles son las cualidades que requiere un buen ajedrecista?
-Perseverancia, ya que llegar a lo más alto no se consigue fácilmente. Requiere mucho trabajo y constancia en el día a día. La motivación, como en todas las cosas que haces, también es importante, ya que de no esforzarte no conseguirás llegar a nada. Tampoco podemos olvidar que todos somos iguales ante el tablero, hay que ser humildes independientemente de lo que ganemos, ya que siempre se puede aprender de cualquier persona por muy mala que nos parezca.
-¿Cuál puede ser su tope de puntos en la clasificación oficial?
-Lo desconozco. Querría llegar a 2600 puntos, que es un objetivo bastante difícil y lejano, pero no imposible. Creo que con esfuerzo y trabajo sería factible.
-Qué objetivos tiene en mente en esta temporada?
-Jugaré con el Club Mercantil de Ribeira la liga para ver si conseguimos subir a división de honor, y luego, en Semana Santa, competiré en un torneo en Canarias. Los planes para el verano se irán improvisando, pero lo principal es ir mejorando poco a poco.
-¿Es un deporte que se resiste a la crisis?
-La sufre muchísimo, ya que las ayudas para organizar los torneos son públicas y por tanto influye... por eso cada vez hay menos competiciones y en consecuencia premios. La situación, creo, es la misma que en el resto de deportes.
David Lariño Nieto GRAN MAESTRO DE AJEDREZ