Expocoruña y su incierto futuro

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA / LA VOZ

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La salida de la Cámara y la CEC plantea dudas sobre el recinto ferial

31 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La salida de la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios (CEC) del patronato de Expocoruña ha abierto un nuevo cisma en el recinto ferial. Lastrado por las pérdidas que se acumulan desde su arranque, el inmueble afronta un futuro lleno de interrogantes. Estas son algunas de las claves.

¿Cuándo nace Expocoruña?

Aunque la constitución de la Fundación Instituto Ferial de A Coruña (Ifeco) data de 1998, el edificio tal y como no lo conocemos no abrió sus puertas hasta febrero del 2008. Se adjudicó en el 2003 por 22 millones de euros, a los que luego habría que sumarles un sobrecoste de 15 y un gran retraso en la ejecución. El coste lo asumieron la Xunta, la Diputación, el Ayuntamiento, la CEC, la Cámara de Comercio y Caixa Galicia, las entidades que conformaban su patronato. A este coste hay que añadir la pretensión de la empresa que lo construyó, Teconsa. Reclama 7,6 millones más en concepto de revisión de precios y liquidación final. El tema aún está pendiente de resolución.

¿Quién y cómo se ocupó de la gestión?

La asturiana Ana Montes se hizo cargo de la gerencia del recinto en su inicio. Además de la actividad propiamente ferial, puso un especial hincapié en diferenciarlo apostando por la música independiente y la tecnología. En este terreno consiguió logros como la celebración del festival Sónar-Galicia. En el plano más tradicional apenas se consolidó la feria de los autónomos. Cesada a finales del 2011, fue sustituida por el ingeniero coruñés Santiago González-Poveda. Además de recortar personal, este se puso como misión eliminar los eventos deficitarios impulsados por Montes, como el Move o el Daisy Market, y solo contratar aquellos que generasen dinero. Su principal ingreso fue el macrojuicio del Prestige (1,4 millones), pero no logró atraer más ferias al recinto, aspecto que constantemente se le reprochaba a Montes. Frente a los 44 actos que acogió Montes en el 2011, Poveda dio cabida a poco más de la mitad, 24.

¿Cuál fue el balance económico de Montes?

El plan de negocio inicial de Expocoruña, diseñado en el 2005, preveía su autofinanciación en los primeros años de funcionamiento. Pero esta no se ha logrado con ninguna de las dos gerencias. El último año de Ana Montes se cerró con 1,06 millones de pérdidas y la previsión presentada para el 2012 era de 1,2. Ello le costó el puesto. Desde el Ayuntamiento se consideraban unos números insostenibles, aunque la exgerente siempre defendió que se trataba de una lectura parcial. Se refería a que 850.000 euros de esas pérdidas correspondían a la amortización del edificio, «que nada tiene que ver con la gestión», precisaba en una entrevista a La Voz.

¿Y el de González- Poveda?

González-Poveda redujo el déficit, pero no logró salir de los números rojos. En el presupuesto del recinto que se remitió para los Orzamentos de la Xunta hablaba de cerrar el pasado ejercicio con 881.000 euros de pérdida, previendo para el 2013 una pequeña reducción, a 840.000. Empleando la misma argumentación que Montes respecto a las amortizaciones, el nuevo gerente habla de un superávit de 60.000 euros. Esta versión ha sido respaldada por la concejala María Luisa Cid. Si en la época de Ana Montes se había mostrado inflexible respecto a los números globales, ahora quiso precisar. Calificó las amortizaciones como «otras cuestiones de carácter contable» y apeló a que en el 2012 «no solo se cubrieron los gastos, sino que existe cierto superávit».

¿Por qué ha cambiado el Patronato?

El pasado lunes la Cámara de Comercio y la CEC abandonaron el patronato de Expocoruña. La gestión queda ahora en manos de la Xunta, la Diputación, el Ayuntamiento y Novacaixagalicia. La decisión se tomó, tal y como señalaron en un comunicado conjunto, porque la legislación de Fundaciones de Interés Gallego les impide influir en la gestión del recinto. Dicha ley fue aprobada por el Gobierno bipartito en diciembre del 2006, por lo que llama la atención que esta decisión se tome ahora, seis años después. Ello ha dado pie a una segunda lectura: la de una posible una represalia por parte de los empresarios debido al caso Someso, cuya junta de compensación presidía el líder los empresarios, Antonio Fontenla. Desde la CEC se niega este extremo.

¿Cómo ha sido acogido este movimiento?

La decisión de la Cámara de Comercio y la CEC ha sido toda una sorpresa. Frente a ella, Carlos Negreira se limitó a asegurar que el Ayuntamiento va a continuar apostando por el proyecto, diciendo que «cada uno sabrá lo que hace». Desde la oposición se lamenta la decisión, pero tampoco se aportan soluciones más allá de abstracciones y generalidades. Así, desde el PSOE, Mar Barcón animaba ayer «al gobierno local a que haga todas las gestiones para poder contar con los empresarios». En el BNG, su edila Avia Veira hablaba de «unha oportunidade para que este recinto teña unha utilidade real». Y desde EU-V se señala que es el momento de dar «un xiro de 180 graos» con la programación de nuevos actos. Desde la Xunta, Belén do Campo señalaba ayer que seguían sin entender la decisión adoptada.