1Al concurso Destapa Galicia organizado por Begano se presentaron 169 establecimientos de la siete principales ciudades gallegas de los que quince pasaron a la final. Los cocineros tuvieron que elaborar sus creaciones a la vista del jurado. El resultado es un éxito para las tapas coruñesas, que lograron dos de los tres galardones que estaban en juego. Con lo grande que es Galicia ganaron dos locales que están a pocos metros de distancia, el Culuca, en la avenida de Arteixo, y el Central Park, en la plaza de Vigo. Tienen en común la juventud de sus propietarios y que llevan poco tiempo abiertos. Chisco Jiménez de Llano inauguró hace poco más de dos años pero en este tiempo ganó el premio Picadillo, tanto del público como del jurado, y ahora en la categoría de tapa de aquí con su ravioli de cocido. «Es una bechamel ligera con los ingredientes del cocido, lacón, chorizo, grelos y costilla, una espuma de grelo con caldo de cocido y aceite de chorizo dentro de una pasta de arroz hidratada y con migas crujientes», explica. Fernando Estévez, Pablo Gómez, Simón Rivadulla y Jesús Fernández abrieron en agosto en la esquina que durante años ocupó la papelería América. En su primer concurso obtuvieron el premio a la tapa creativa por una elaboración bautizada como El Kraken. «Lleva un fondo de puré de patatas con tinta de calamar y un huevo poché (como el escalfado). Encima una puntilla de calamar y todo decorado con lechuga y tomate cherry. La tuvimos en carta durante las dos semanas del concurso, pero este fin de semana la volveremos a incorporar», comenta Fernando. Los cocineros César Ortiz y Nacho Alonso fueron los encargados de la elaboración. «Cuando ideamos la tapa también trabajaba aquí Jaime Monzón», apuntan.
Con Pedro Bueno
2«Es un homenaje a mis alumnos, que algunos ya están en el campo profesional», me comenta el artista coruñés y profesor de pintura Pedro Bueno. Ayer se inauguró en el Club del Mar una muestra colectiva que recoge los trabajos de 28 artistas formados por Bueno.
En el Centro de Ojos
3Hace poco más de una década los oftalmólogos Saavedra Pazos y Carlos Méndez unieron sus consultas y abrieron en la calle Santiago Rey Fernández-Latorre el Centro de Ojos de La Coruña. Recuerdo que, apenas cinco años después, organizaron una fiesta con motivo de la ampliación del local y, ayer, volvieron a convocar a clientes y amigos para presentarles los nuevos 200 metros cuadrados de clínica, que se unen a los 500 anteriores. «Es más del doble que cuando empezamos. El diagnóstico precoz, el horario continuo para atender las urgencias y contar con lo último en tecnología son nuestras señas de identidad», comenta el doctor Saavedra desde este centro en el que trabajan 25 profesionales, entre oftalmólogos (9), optometristas, auxiliares y personal de administración.