Armesto se escuda en los recortes y la oposición le pide mejoras en la gestión
18 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El claustro de la UDC aprobó el pasado martes el informe de gestión del rector, Xosé Luís Armesto, del 2012, su primer año de mandato.
¿Qué valoración hizo Armesto de su gestión?
Señaló que los recortes y las disposiciones legales habían condicionado gravemente su capacidad de actuación y limitado su autonomía. En este sentido, subrayó que se tuvieron que dejar en un segundo plano las infraestructuras y recortar en centros y departamentos. «Nun contexto así, o esforzo do meu equipo de goberno centrouse en manter as prioridades da programación plurianual, e sobre todo, en prestar atención prioritaria ao alumnado e á cualificación e mantemento do persoal», explicó.
¿Qué diferencias hay entre el primer año de mandato Barja y de Armesto?
A pesar de que el actual rector de la UDC sigue una línea muy continuista de la anterior gestión, lo cierto es que la situación económica ha marcado considerablemente su mandato. Mientras Barja ocupó el cargo, la época de bonanza que se vivía entonces le permitió poner en marcha varios proyectos, entre ellos el Parque Tecnológico, que en la actualidad se encuentra parado. Durante su primer año, Barja se centró en democratizar la institución -limitó los mandatos a cuatro años-, comenzó la implantación del Plan Bolonia, saneó las cuentas, ya que cuando llegó al cargo estaban en números rojos, y se centró en estabilizar la plantilla en la medida de lo posible.
¿Cuál ha sido el principal logro de Armesto?
Junto con las otras dos universidades públicas gallegas se opuso a la subida de tasas para la primera matrícula, y consiguieron que la Xunta congelara estos precios. Puso en marcha las nuevas instalaciones de la Universidad Sénior, que experimentó un incremento en el número de alumnos. En vista de que no tiene mucho margen de maniobra para realizar inversiones, Armesto apuesta por destinar los recursos hacia la potenciación de becas y ayudas a los estudiantes, la investigación y el mantenimiento de la plantilla, los ejes principales de su proyecto. Sin embargo, durante su intervención, Armesto destacó otros aspectos conseguidos, como la convocatoria de 58 plazas de profesorado doctor permanente o con compromiso de estabilidad, reorganización del PAS, el acuerdo para conseguir el proceso de funcionarización del personal, el incremento en la captación de recursos para investigación, la creación de la Escola Internacional de Doutoramento y el incremento del 25 % en el número de tesis leídas durante 2012 o los avances conseguidos en el ámbito de la internalización.
¿Qué le recrimina la oposición?
Luis Castedo entiende que el presupuesto se destine a los salarios y a los gastos corrientes, «no hay margen para hacer más», pero critica que hay actuaciones que se deberían haber hecho antes, y por ello no comparte con Armesto que sea tan condescendiente con la actuación de Barja. «Hay temas pendientes, como los edificios construidos sin licencias, y no hay manera de desbloquearlos». Por su parte, Alejandro Pazos se ha mostrado muy crítico con la gestión de Armesto. «Estamos en el puesto 39 de 42 universidades; si esto es estar bien, es difícil de entender». Pazos denuncia que se está produciendo una «persecución de personas que no somos afines al equipo de gobierno», y señala que hay varias cuestiones que todavía no han recibido solución, como los problemas urbanísticos de la UDC, el tema de la Facultade de Medicina o las nomenclaturas de la titulación de Aparejadores. Por su parte, Fermín Navarrina insta a Armesto a exigir un trato más justo por parte de la Xunta de Galicia. «No es lógico que nuestro rigor presupuestario sea castigado por el actual plan de financiación, que fue diseñado para paliar el déficit generado por las otras dos universidades».
¿Cómo van las cifras?
Durante el último año se ha registrado un descenso de los ingresos, entre otras cosas porque las antiguas titulaciones ya no tienen clases presenciales, lo que disminuye el precio de las matrículas. Además, se ha producido un descenso en el número de alumnos, una cifra que había ido en ascenso durante los últimos cinco. A nivel económico, es la única universidad gallega que lleva varios años con las cuentas equilibradas, a pesar de que este año la UDC cuenta con un presupuesto de 117 millones de euros, un 5 % menos que en el 2012, que sitúan a la entidad con cifras peores que en el 2008. «En só dous exercicios acumulamos houbo un retroceso orzamentario de 14,6 millóns de euros», señaló Xosé Luís Armesto.