La vida es bella para los alumnos del colegio de Cespón

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

FIRMAS

CARMELA QUEIJEIRO

Los niños protagonizaron un corto inspirado en la película de Benigni

23 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor, y como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad». Así comienza la inolvidable película La vida es bella. El filme que dejó sonrisas y lágrimas en las salas de cine y que se llevó tres Óscar por el mensaje que transmitían sus escenas. Ponía la piel de gallina.

Aunque muchos de los alumnos del colegio de Cespón todavía no habían nacido cuando se estrenó, se conocen muy bien el argumento. Su profesor Manuel Villar llegó este curso al centro para contagiarles su pasión por el cine y ponerlo todo patas arriba, siempre en el mejor sentido de las palabras. A sus órdenes estuvieron estos pequeños con aires de estrellas de Hollywood.

Aunque no aspiraba a ser Roberto Benigni, este maestro supo motivar a los críos. La idea comenzó de repente, como nacen las mejores películas. Uno de los escolares tiene un tremendo parecido al pequeño protagonista de La vida es bella, no solo por fuera, sino también en la forma de expresarse. Alrededor de él comenzaron a surgir las escenas.

Aunque la película del colegio de Cespón no está ambientada en un campo de concentración, como ocurre en el filme del director italiano, los niños aprendieron lecciones de compañerismo y ahora valoran la amistad como si fuera el mayor tesoro del mundo.

El rodaje se llevó a cabo en diferentes parajes del municipio, entre el mar y la playa. Los libros se quedaron en las aulas porque a veces para enseñar no hace falta coger la tiza y garabatear.