Una pareja de Guadalajara hace el camino con su hija de corta edad
07 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El próximo domingo es posible que Ágata Santiago Vara, de tan solo tres meses de edad, se convierta en la peregrina más joven en lograr la Compostela. Este logro podrá obtenerlo gracias a que sus padres, David y Ana, decidieron iniciar el Camiño Francés desde León aprovechando los últimos días que su progenitora disfruta por baja maternal.
Esta pareja de Guadalajara realizó en varias ocasiones el camino y decidieron asumir un nuevo reto llevando con ellos a su hija. «Todos nos decían que nos iba a cambiar la vida por completo y que era imposible hacer lo que hacíamos antes. Por eso decidimos demostrar que no era así e iniciamos la aventura con mucha ilusión», dicen los padres.
La presencia de Ágata no pasa desapercibida en la ruta y menos en los albergues. «Todo el mundo se sorprende de ver una niña tan pequeña y nos piden hacer fotos con ella. Algunos extranjeros nos piden en tono de broma hacerse una foto con su nieta peregrina», dicen David y Ana.
Las referencias que les dan los hospitaleros de los lugares por los que pasaron, de lo que dicen que han recibido un trato más que exquisito, es que se trata de la peregrina más joven que han visto nunca. «Todos recuerdan casos de menores, siempre hijas de extranjeros, que acompañaban a sus padres con varios meses de edad, pero nos aseguran que por debajo de los seis meses y española nunca vieron a ninguna, por lo que es posible que sea la persona más joven en hacer el Camiño Francés», aseguran David y Ana.
Una de las dudas que tenía la pareja antes de iniciar su aventura era el recibimiento que les darían en los albergues. «Pensábamos que en algunos casos iban a ser reticentes debido a los posibles llantos de la niña por la noche, pero la respuesta de todos los hospitaleros fue darnos la mejor ubicación siempre y manifestar que mucho más ruido hacían el resto de peregrinos roncando. La verdad es que la niña suele dormir de un tirón y nunca llora», explicaron Ana y David.
Lo habitual en romeros que llevan niños pequeños es contar con un transporte adecuado, pero en este caso Ágata viaja o en carrito o en mochila. «Cuando las condiciones del firme lo permiten vamos empujando el carrito y si no es así la colocamos en su mochila. Es duro a veces empujar el carrito, pero lo llevamos bien, al igual que cuando es preciso cambiarle los pañales. También estamos preparados por si llueve con una lona, pero nada más», manifiestan David y Ana.
El próximo domingo es posible que Ágata Santiago bata un récord de precocidad en el camino, la decisión depende de los archivos de la Archidiócesis.
HISTORIAS DEL CAMINO UNA PEREGRINA PRECOZ