Compró pisos en el polémico edificio Marbella y al escriturar descubrió presuntas ilegalidades
08 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Compró dos pisos en el polémico edificio Marbella de Castro Ribeiras de Lea y, cuando los fue a escriturar, resulta que se encontró con que los promotores no disponían de la correspondiente documentación del inmueble. Desde ese momento, José Gómez Carballeira, inició una particular cruzada para poner al descubierto la situación y, sobre todo, a quienes presuntamente la favorecieron y la consintieron. Le llegaron a tachar de loco, le dieron con la puerta en las narices en múltiples ocasiones... Pero un día llegó la jueza Estela San José y, en el marco de la operación Rei, también reparó en lo ocurrido con el Marbella.
Ahora, Gómez Carballeira, lo mismo que el fiscal, pide que se sienten en en el banquillo, el ex alcalde socialista de Castro, Juan José Díaz Valiño y sus concejales del equipo de gobierno, Roberto Lorenzo (el único que sigue en la actualidad) y Antonio Balado. En la misma lista incluye a la secretaria municipal, María Josefa Fernández Legaspi.
El abogado de este vecino les imputa prevaricación, delito urbanístico y omisión de perseguir delitos. Reclama que sean inhabilitados para desempeño de cargo y empleo público por un total de 70 años (a cada uno le corresponden diecisiete años y medio). Asimismo, por el delito urbanístico la petición planteada es de tres años y medio de prisión para cada uno de ellos.
El afectado explica en su escrito de acusación que en su día la promotora presentó en el consistorio solicitud de licencia de construcción para un edificio con sótano, entreplanta, dos alturas y ático en la avenida Terra Chá de Castro Ribeiras de Lea. En febrero de 2005, le fue denegada por «incumplimiento grave» en las alturas máximas y otras presuntas irregularidades.
La promotora presentó otro proyecto en el que renunciaba a construir la entreplanta y los áticos con terraza los sustituyó por bajocubierta con ventanas Velux. Dice la demanda que, pese al cambio de proyecto, la promotora construyó en base al original que le rechazaron y vendió todas las viviendas «como si de casas legales se tratase».
A la hora de escriturar, el afectado se dio cuenta de que los promotores supuestamente no tenían documentación y que les había sido denegada la licencia de primera ocupación. En ese momento detecta «la estafa realizada y, lo que es más grave, la falsedad de determinada documentación, tal como el certificado de final de obra que manifestaba que el inmueble se construyó conforme a un proyecto aprobado, lo cual era falso». Ahí arranca la «cruzada» de Carballeira. Desde que comunicó los hechos al concello pasaron ya más de seis años.