García Baquero ofreció 750.000 euros por la planta de Castillo de Pambre

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

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CORRAL

Un recurso de la Seguridad Social impidió que la operación se cerrara

17 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

García Baquero, líder en su sector, presentó una oferta formal de compra de Queserías Castillo de Pambre, a finales de septiembre, por importe de 750.000 euros. El objetivo era poner en marcha la planta de Palas de Rei, su primera fábrica en Galicia, a principios de año y recuperar no solo el número de trabajadores, sino de ampliarlo de forma paulatina. La operación no se pudo cerrar por el recurso interpuesto ante la Audiencia Provincial por la Tesorería General de la Seguridad Social, que pretende que se considere una sucesión de empresas y que la quesería de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, se subrogue a las deudas de Castillo de Pambre con este organismo. Son algo más de 14.000 euros reconocidos en el concurso de acreedores y las deudas generadas a posteriori por los trabajadores que permanecieron en la planta hasta hace unos días para el mantenimiento de las instalaciones. En total, el montante podría alcanzar los 48.000 euros.

El recurso ante la Audiencia Provincial podría tardar en resolverse entre cinco y seis meses, lo que ha llevado al administrador concursal a remitir un escrito al Juzgado Mercantil en el que justifica la conveniencia de que la Seguridad Social retire el recurso. Solicita que remita copia a la Audiencia para que lo valore y a la Tesorería General de la Seguridad Social «para su personal conocimiento de la trascendencia del hecho y las decisiones que se pudieran adoptar por el organismo al que representa».

El administrador concursal justifica su postura en que es una entidad de «conocido prestigio empresarial» la que quiere hacerse cargo de la quesería de Palas. Insiste en que la oferta permitiría pagar el cien por ciento de los créditos contra la masa y el 50% de los privilegiados, entre los que están los de la Seguridad Social, que cifra en 47.000 euros.

Si la empresa no vuelve a abrir y va a subasta, el administrador recuerda en el escrito dirigido al Mercantil que no cobraría ni un euro de los 47.000 que obtendría «prosperando la no subrogación del importe ofertado por el adjudicatario». Recuerda que los bienes: la nave, los terrenos y la maquinaria e instalaciones «están gravados con garantías reales de una cuantía tal que, en subasta, serían adjudicados a los acreedores».

Una incógnita

Falta por saber si García Baquero, líder en el sector, mantendría su oferta con una espera de varios meses, cuando en el mercado nacional existen otras oportunidades de compra de queserías en Galicia.

La planta de Palas de Rei, situada en una parcela de 4.000 metros cuadrados, con una nave de 2.000, presentó concurso de acreedores con un pasivo de 3,3 millones de euros.

Entre las causas del fracaso de Queserías Castillo de Pambre está su elevada capacidad de producción, que obligó a la empresa a llegar a acuerdos con las grandes distribuidoras para colocar el producto en el mercado. Sus principales clientes eran las cadenas Lidl y Dia, que imponían precios y plazos de pago. Con unas pérdidas medias anuales de 300.000 euros anuales, se vio obligada a cerrar.