Un collar barbanzano forma parte de un conjunto de joyas prerromanas que será BIC

FIRMAS

La Xunta acaba de iniciar el expediente para declarar bien de interés cultural (BIC) la colección de joyería prerromana de Álvaro Gil, que hasta esta misma semana se hallaba depositada en el Museo Provincial de Lugo. Se da la circunstancia de que una de las piezas más destacadas del patrimonio de la comarca forma parte del conjunto de piezas de oro que, si nada se tuerce, alcanzará la máxima protección. Se trata del collar de Chaos do Barbanza, datado entre 1800 y 1600 antes de Cristo.
En total componen la colección 44 objetos, y entre ellos destaca el collar -formado por un alambre y nueve cuentas de oro- como la muestra más antigua de joyería protohistórica del noroeste. La pieza fue hallada en mayo de 1893 en algún lugar de la sierra barbanzana y pasó por manos de un joyero de Noia y de la colección Ricardo Blanco Cicerón antes de que sus herederos se la vendiesen al mecenas lucense Álvaro Gil.
Sin engarzar
Una de las curiosidades que rodean al collar de Chaos de Barbanza, que sirvió de imagen de los encuentros arqueológicos de Neixón del 2009, tiene que ver con su origen. Se cree que su construcción es «reciente», es decir, que originariamente las piezas que lo componen formaban parte de distintos adornos y que posiblemente alguien los engarzó en la época en la que fue encontrado.
La incoación del expediente para la declaración BIC llega justo en el momento en el que las desavenencias entre los herederos de Álvaro Gil y la Diputación lucense han provocado en la salida de las piezas del museo provincial.