
Integra la misión Gaia, que hará el mapa en 3D más preciso de la Vía Láctea
08 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Se llama Gaia y es una de las misiones más ambiciosas en toda la historia de la Agencia Espacial Europea. El satélite será puesto en órbita el próximo 19 de diciembre con un objetivo prioritario: realizar un censo de 1.000 millones de estrellas, el 1 % de nuestra galaxia, para crear el mapa en tres dimensiones más completo y preciso de la Vía Láctea que jamás haya existido, lo que permitirá estudiar su evolución y composición y puede que ofrecer respuesta a alguno de los grandes misterios de la cosmología, como el origen de la materia y energía oscura o el estudio de objetos exóticos como los quásares.
Es un esfuerzo titánico en el que no solo se pondrá a prueba el conocimiento de los astrofísicos, sino también el de los ingenieros e infraestructuras informáticas, necesarias para cribar la enorme cantidad de datos que aportará la misión. Y aquí es donde entra en juego, en un papel no precisamente menor, la Universidade de A Coruña y el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga). El Laboratorio Interdisciplinar de Aplicaciones de Inteligencia Artivicia (LIA2) de la UDC ha sido el encargado de desarrollar un programa informático que permitirá realizar una clasificación automática de las estrellas a partir de sus propiedades astrofísicas. El satélite realizará un continuo barrido del espacio en el que se fotografiará los astros desde diversos ángulos. Luego, a partir del espectro de su luz, se podrá averiguar cuál es su distancia exacta con respecto a la Tierra y la que existe entre las estrellas entre sí, su temperatura, su edad, su composición química, su luminosidad...
Inteligencia artificial
«El software que hemos desarrollado tiene como fin realizar un estudio estadístico de la población de objetos observados por Gaia mediante técnicas de inteligencia artificial. Hace uso de un algoritmo que agrupa los millones de espectros de luz de los objetos en un número reducido de grupos homogéneos, de unos 1.000. Además, los grupos están ordenados en una malla bidimensional que facilita su visualización y exploración», explica Diego Fustes, uno de los miembros del grupo de la universidad coruñesa. La institución forma parte de las nueve unidades de coordinación europeas integradas en el consorcio Dpac, que se encargará de explotar los datos de la misión.
El objetivo principal es desarrollar un mapa en 3D de la Vía Láctea, pero existe un margen muy grande para las sorpresas. Gaia, a diferencia de otras misiones, realizará barridos con una gran profundidad y sin discriminar nada. «Lo que nosotros hacemos permitirá muy probablemente descubrir un número significativo de nuevos objetos celestes nunca antes observados. Es esperable que encontremos muchas cosas nuevas», subraya Fustes.
El equipo coruñés integrará su software en el centro oficial de procesado de datos de la institución CNES, de Francia, pero también hará lo mismo en los ordenadores del Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), lo que les permitirá efectuar una investigación independiente. En la institución gallega ya probaron su programa con un catálogo de cinco millones de estrellas. Pero ahora el desafío es mucho mayor.