«Las Google Glass brillarán en las aplicaciones industriales»

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

FIRMAS

Álvaro Ballesteros

Primer contacto de los estudiantes de la USC con el artilugio

25 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En la actualidad hay unas quince Google Glass en España, las gafas inteligentes que desarrolla la firma norteamericana y que, en teoría, no pueden salir de Estados Unidos. Uno de los ejemplares se pudo destripar ayer en un abarrotado salón de actos del Citius, en el Campus Vida, en un acto que sirvió para inaugurar el Google Developer Group (GDG) de Santiago, una comunidad familiarizada con el entorno Google que comparte experiencias y conocimiento desde diferentes urbes.

El padrino de este estreno fue Andreu Ibáñez, miembro del GDG de Lleida, experto informático e impulsor de proyectos tecnológicos que le han permitido mantener una intensa línea de colaboración con el gigante californiano.

Ibáñez, dentro de lo que le permitió la escasa cobertura de la estancia, trató de mostrar el funcionamiento y las aplicaciones de unas lentes que salieron a la venta este mes en Estados Unidos por 1.500 dólares. «¿Cuánto pagarías por ellas?», preguntó a la audiencia, en su mayoría conformada por ingenieros y programadores. «Nada», obtuvo dos veces por respuesta. A la tercera encontró un comprador a la baja para un producto que tendrá su propio precio en Europa, donde su mayor problema será sortear las diferentes normativas.

Ibáñez recordó que gafas inteligentes en desarrollo «hay muchas, una veintena», calculó, pero destacó el trabajo de miniaturización de Google. Pesan 38 gramos, permiten consultar Internet en una pequeña pantalla, traducir textos, grabar vídeo, hacer fotografías, localizar direcciones en mapas virtuales mediante GPS o convertir el dispositivo en una estación de televisión móvil desde la que compartir subjetivamente las imágenes, «el nuevo periodismo ciudadano», definió. El experto catalán también las desmitificó: «No dejan de ser un teléfono Android con la ventaja de tener las manos libres», cuestión que considera definitiva para su éxito. «Las Google Glass brillarán en las aplicaciones industriales», pues están preparadas para funcionar mediante órdenes de voz, movimientos de cabeza o con toques en la zona sensible de la patilla desde la que se maneja el menú.

Teniendo en cuenta que se trata de un producto en estado beta (en pruebas) tiene sus defectos. Para la comunicación 3G seguirán usando los móviles de «esclavo» y el sistema de audio «no va bien».

Andreu IBáñez experto en nuevas tecnologías