«Me asusté mucho y no pude evitar al caballo a pesar de ir a 30 kilómetros por hora»

La Voz

FIRMAS

18 dic 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Ni circular despacio puede librar a una persona de sufrir un importante susto cuando se encuentra a un animal salvaje que irrumpe en la calzada. Es lo que le ocurrió a Cristian Escuredo cuando circulaba hace un par de noches por la N-120, carretera nacional por la que se ha desviado el tráfico tras un nuevo cierre en el túnel de la autovía en A Cañiza. A las condiciones de la vía, cuya circulación se complica en invierno por la presencia de nieblas o lluvia y por el intenso tráfico que hay estos días por el cierre del túnel, se suma el peligro de la aparición de animales de gran tamaño en la calzada.

Cristian Escuredo asegura que circulaba muy despacio, a unos 30 kilómetros por hora, cuando una manada de caballos cruzó la carretera. A pesar de la escasa velocidad no pudo evitar chocar con uno de los equinos. Afortunadamente, los ocupantes del vehículo salieron ilesos y el animal se fue cojeando pero aparentemente sin heridas graves.

El coche quedó dañado, con una abolladura que no se hace cargo de reparar el seguro por tratarse de un accidente con animales salvajes, según relata el afectado, que se ha encontrado ya dos veces animales en la calzada. «Me asusté mucho. Yo voy despacio, pero pasan camiones a ochenta y puede haber colisiones en cadena. Hay señales pero si aún yendo a una velocidad así ocurre...». Escuredo se pregunta si es razonable cerrar el túnel de la autovía A-52 en invierno.