El jueves 15 podrá verse en los cines la nueva película de «La guerra de las galaxias», un «spin-off» que cuenta la historia de los espías que robaron los planos de la primera Estrella de la Muerte.
10 dic 2016 . Actualizado a las 13:58 h.Suena música épica. Aparecen en pantalla letras amarillas sobre un fondo negro. Dicen que es tiempo de guerra civil. Y cuentan que naves rebeldes, atacando desde una base oculta, han logrado su primera victoria sobre el imperio galáctico. Durante la batalla, espías rebeldes lograron robar los planos del arma definitiva del imperio, la Estrella de la muerte...
Así arrancaba La guerra de las galaxias, la película de aventuras que en 1977 deslumbró al mundo y se convirtió, a la vez, en un fenómeno de masas y en un referente cultural contemporáneo. Aquella cinta dio fama y fortuna a su creador, el cineasta californiano George Lucas. Nos descubrió a los jedis y a la fuerza. E hizo inmortales a personajes como Luke Skywalker, Han Solo, la princesa Leia y el malvado Darth Vader, pero en ella no salían los espías que hicieron posible la épica victoria de los rebeldes. Nunca supimos nada de ellos. ¿Quiénes eran? ¿Por qué lo hicieron? ¿Sobrevivieron?
Estas preguntas tendrán respuesta en los cines a partir del jueves 15. Entonces se estrena en todo el mundo Rogue One, una historia de Star Wars. Una película que no forma parte de la trilogía que comenzó el año pasado con El despertar de la fuerza y que tendrá continuidad en el 2018 con el Episodio VIII que dirigirá Rian Johnson, sino que se trata de un spin-off, una historia paralela también ambientada en el universo galáctico que Lucas vendió a Disney en el 2012, y situada cronológicamente entre el episodio III, La venganza de los Sith, y el IV, La guerra de las galaxias, rebautizada como Una nueva esperanza.
Son los años más ominosos del régimen del emperador Palpatine y su brazo ejecutor, el terrorífico Darth Vader. Pero ha estallado la chispa de la rebelión, y una frágil alianza liderada por senadores fieles a la antigua república combate al imperio con una guerra de guerrillas. Es en ese contexto en el que entran en escena los protagonistas de Rogue One, un comando formado por un grupo heterogéneo de luchadores con una misión hercúlea: infiltrarse y robar los planos de un arma de destrucción masiva capaz de convertir un planeta en un campo de asteroides.
Los detalles de «Rogue One»
La película ha sido dirigida por el británico Gareth Edwards (conocido por los filmes Monsters y Godzilla) y cuenta con una protagonista femenina, la enigmática Jynn Erso, interpretada por la actriz Felicity Jones (Un monstruo viene a verme, La teoría del todo o Inferno). Comparte cartel -y tal vez relación amorosa- con el personaje del mexicano Diego Luna, el capitán Cassian Andor, el robot K2SO, el monje guerrero Chirrut Imwe o el resistente Saw Gerrera (Forest Whitaker). En el lado luminoso también destaca la presencia de la senadora Mon Mothma, lideresa de la alianza que también apareció en la primera película. Y en el lado oscuro el papel de villano recae en el inquietante Orson Krennic (Ben Mendelsohn), director de la construcción de la Estrella de la muerte. Habrá que despejar la incógnita sobre el misterioso rol que juega el personaje interpretado por Mads Mikkelsen, padre de la protagonista. La franquicia Star Wars siempre ha sido muy shakesperiana y, a la vez, un poco culebronera.
¿Qué se sabe a ciencia cierta de Rogue One hasta la fecha? Muy poco. Lo que se ha visto en los dos tráileres publicados en Internet y lo que ha contado Disney. No habrá jedis, aunque la fuerza estará presente. Y la música no corre a cargo del legendario John Willliams, sino de Michael Giacchino, compositor de cabecera de J. J. Abrams (director de El despertar de la fuerza), aunque sería una gran sorpresa que no sonara en algún momento el tema de Star Wars.
Las polémicas y la opinión de George Lucas
Hay muchas expectativas depositadas en torno a Rogue One. El público espera una película épica. Y Disney confía en que seduzca a la legión de fieles de la saga, que arrase en la taquilla y que abra la puerta a otros proyectos cinematográficos diferentes a la tercera trilogía. Pero también hay dudas, alimentadas por las maniobras de Disney para volver a rodar varias escenas, añadir otras nuevas y para meter mucha mano en el montaje definitivo. Y en los mentideros de la Red se dice que incluso cambiaron el final. ¿Para mejor, para peor?
También la película ha sido criticada por la extrema derecha estadounidense. Los defensores de la supremacía blanca pidieron un boicot contra Rogue One. ¿Por qué? Pues porque el protagonismo recae en una mujer, porque los buenos son un comando formado por personas de diferentes razas y porque el malo es blanco y va vestido de blanco. Críticas parecidas fueron formuladas el año pasado contra El despertar de la fuerza.
Habrá filmes sobre Han Solo y el cazarrecompensas Bobba Fett. Y Gareth Edwards quiere hacer uno sobre Obi Wan Kenobi con Ewan McGregor. El tiempo dirá si es posible. Y también dictará sentencia sobre la opinión de George Lucas acerca de esta historia de Star Wars, la primera de la franquicia en la que no ha participado. Él ya la ha visto. Y le ha gustado. Más que El despertar... Para el director de Rogue One ese espaldarazo significó tanto como si «dios» le hubiera dicho «que la fuerza te acompañe».