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El ciclo Son Estrella Galicia trae a Galicia a la banda que mejor enarbola la bandera del soul en España. Presentan nuevo trabajo y harán bailar a todos los que acudan
18 ago 2017 . Actualizado a las 05:40 h.La visita en agosto de Freedonia es ya un clásico de la programación del Náutico. «Siempre nos tratan tan bien, que algunos incluso hemos tenido que reprogramar vacaciones para poder ir de lo mucho que nos gusta», dice Ángel Pastor, guitarrista del grupo que presenta nuevo disco en Galicia: Shenobi.
-A su nuevo trabajo le dan un toque feminista y de reivindicación del lugar de la mujer. ¿Por qué?
-Es la línea del disco. Pensamos que una sociedad igualitaria, en la que el hombre y la mujer tengan los mismo derechos, es una sociedad mejor. Es eso lo que de alguna manera estamos reclamando con nuestras canciones.
-¿Hay un componente político en Freedonia que no se percibe?
-Yo creo que más que un componente político, lo que hay es un tema humanístico o social. Nuestras letras hablan de las cosas que nos pasan, pero no con un ideal político, sino algo más allá. El compromiso social siempre ha estado presente en el soul. En los años sesenta era la música que clamaba por la igualdad entre hombres y mujeres. Es una música temperamental que puede transmitir muy bien este tipo de mensajes.
-Un espíritu combativo que casa muy bien con la idea del baile.
-Sí, claro, se puede bailar y combatir. Los ejércitos llevaban música [risas]. Pero nosotros somos pacifistas.
-Les vi en directo hace unos años en el Ágora de A Coruña. Era con el público sentado y tardaron apenas unos segundos en poner aquello patas arriba. ¿Les ocurre siempre?
-Recuerdo ese concierto perfectamente. Fue bonito. Era un escenario enorme, donde resultaba mucho más complicado conectar con el gente porque la distancia es mayor. La gente se metió enseguida en el concierto y fue un concierto muy bonito.
-El año pasado titularon a su gira «diez años de resistencia». ¿A qué se resisten?
-Hay muchos sentidos, pero sobre todo nos referimos a la idea de banda autogestionada. No tenemos una industria que nos apoye. Nosotros somos creative commons. Le dimos la espalda a la SGAE desde el principio porque creemos que es una sociedad que moralmente es bastante reprobable. Todo esto hace que sea difícil y que tu vida consista en ir superando pruebas. La gente que nos viene a ver y que nos apoya en el crowfunding es la que permite que podamos resistir.
-En la década pasada Amy Winehouse puso el «soul» en primera línea del mercado. ¿Eso les ayudó?
-Cuando salió ella aún no habíamos hecho el disco. No fue una referencia nuestra, pero el hecho de estar ahí, en el mainstream, sirvió para reflejar que el soul puede gustar a audiencias masivas. La industria generalmente no le hace tanto caso y busca otro tipo de sonidos. Para nosotros Amy Winehouse constató que el soul puede gustar a la gente.
-¿No lo notan cuando actúan en un festival fuera del género?
-Sí, claro. El soul, por lo general, gusta. Forma parte de la cultura popular. Las películas americanas, por ejemplo, están repletas de este tipo de música, aunque la gente no sea consciente de ello.
-¿Es un género clásico o que tiene cosas nuevas por decir?
-Creo que tiene cosas por decir. Por ejemplo, el blues creo que sería un género más difícil de desencaminar de lo clásico, aunque se pueda hacer. Pero el soul es mucho más abierto. La armonía es más abierta y permite hacer más cosas. De hecho, nosotros en Freedonia no nos consideramos un grupo retro. Tenemos esa influencia, pero intentamos hacer temas que sean modernos y actuales. No hacemos música de otro tiempo.