Las mejores letras de Alejandro Sanz

FUGAS

STEVE MARCUS

La historia de su vida, contada de su propia voz, pone el broche de oro a un año especial en el que ha celebrado por todo lo alto el veinte aniversario del disco que cambió su vida.

16 dic 2017 . Actualizado a las 16:22 h.

No fue casualidad que naciera en la calle Vicente Espinel, un sacerdote y músico malagueño que se hizo famoso porque dio a la guitarra su quinta cuerda. El destino le guardaba su lugar para poder mostrar su talento innato con este instrumento. Pero más allá de tocar la guitarra, lo que él quería era componer. Lo tenía claro desde muy pequeño, pero le costó lo suyo. Los temas de Viviendo Deprisa se los rechazan de plano. En Hispavox le dijeron que sus letras no triunfarían. Le dan la carta de libertad con la promesa de que grabe esas mismas canciones y no otras.

Venían de escuchar a Alejandro Magno, no a Alejandro Sanz. Todo el mundo tiene un pasado, y el madrileño nunca se ha sentido identificado con su primer disco, Los chulos son pa cuidarlos. Tanto que una vez Pepe Barroso le preguntó qué es lo que más ilusión le haría que le regalaran por su cumpleaños. «Es imposible. Me gustaría el máster de Alejandro Magno», le confesó este chico de Pueblo Nuevo, al que todo el mundo ubica en Moratalaz, porque técnicamente este barrio es testigo del nacimiento musical de aquel muchacho que iba para auxiliar administrativo. El empresario movió sus hilos y le consiguió el contrato y todos los derechos.

No habrá más rastro de Magno. Tuvo opciones de ser Herrera, pero a partir de entonces será Sanz. «Lo que ahora nos parece algo muy natural, en 1990 era una propuesta totalmente rompedora que no tenía cabida en la industria», explica Íñigo Zabala en VIVE, la biografía que ha escrito Óscar García Blesa con motivo de los 20 años de Más, el disco más vendido de la historia de España. «Fue el último en vender a lo bestia, pero El alma al aire es igual o mejor que Más», confiesa Chan, un apodo por el que muchos conocen a Alejandro y que le puso su compadre Paco de Lucía.

A pesar de que son muchas las voces que se apuntan el tanto, realmente fue Zabala, presidente de Warner Latinoámerica, el que merece el título de «el descubridor». Fue el que vio que había algo más detrás de Magno, y el que apostó en cuanto escuchó los temas de Viviendo Deprisa, más concretamente Se le apagó la luz, «la canción por la que lo contratan». Su fichaje por Warner supone una batalla abierta en toda regla en la que las dos multinacionales del momento sacan toda su artillería, pero una llamada de Zabala in extremis inclina la balanza.

Las Navidades de 1991 y el concierto de Unicef suponen un punto de inflexión en su carrera. Todo hizo boom. Los echaron de su casa de Moratalaz. Tenían hasta denuncias de los vecinos. Las fans hacían pintadas, quemaban el telefonillo, se colaban por el garaje... No hay marcha atrás. A partir de entonces los asaltos discográficos venían con el seguro del éxito. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. «Si tú me miras vendió la mitad que el primero. Lo normal hubiera sido hacer un segundo disco igual que el anterior, pero hizo uno mucho más difícil. Vendió menos, pero cimentó su carrera», explica García Blesa, que insiste que cada paso que ha dado el músico ha sido muy valiente, y esa apuesta por evolucionar en cada trabajo ha sido fundamental para que se haya convertido en uno de los artistas más influyentes del mundo.

El autor de la primera biografía autorizada, que trabajó mano a mano con Alejandro durante muchos años, relata cómo muchos críticos comenzaron a preguntarse de dónde había salido Alejandro después de escuchar Y, ¿si fuera ella?, un tema que escribe mientras vive una crisis de pareja con la madre de su hija mayor, Jaydy Michel. Con el segundo sencillo, Corazón Partío, una frase que decía Camarón en una bulería, llega la explosión. «Pocas veces una canción ha puesto de acuerdo a tanta gente. Fueron miles las voces que abrazaron aquellos cinco minutos y cuarenta y tres segundos de inspiración», señala Blesa, que ha logrado otra hazaña, poner de acuerdo entre los más de doscientos testimonios a personajes tan distanciados como Albert Rivera o Gabriel Rufián.

Más también trajo algún que otro susto. Warner recibió una carta de un despacho de abogados de Barcelona, que representaba a la marca registrada Tiritas, que exigía su trozo del pastel. Esto quedó en nada, como el miedo que surgió en la discográfica por si el partío podía afectar a su internacionalización. Alejandro quería dejar claro que sus raíces estaban por encima de cualquier interés comercial, y lo consiguió. De sobra es conocida su predilección por el flamenco, pero también por el rock duro. «Yo era muy heavy y me siguen gustando AC/DC, Whitesnake y Motorhead», confiesa en este viaje escrito por su vida. Cuando cumplió los 40, su mujer le organizó una fiesta de cumpleaños heavy. No faltaron ni los palés de litronas ni la música de Medina Azahara.

CASERO Y COCINILLAS

Repite mucho lo de «ni antes era tan malo ni ahora soy tan bueno» y considera que hay dos tipos de artistas: los que son flamencos y los que no lo son. Es un profesional de la intromisión. Aprovecha la soledad de la noche para encerrarse en el estudio. Es muy casero y nunca se levanta de mal humor. Disfruta saliendo a navegar con su bote por las mañanas, jugando al tenis, cocinando o jugando al mus, aunque lleva muy mal lo de perder con Raquel, su marciana con la que quizás haya coincidido en el puesto de perritos al que los dos iban de niños. Ya de adultos sus vidas se cruzaron de nuevo. En uno de sus primeros encuentros profesionales, él la presenta como su futura mujer, «una idea a que mí no se me pasaba por la cabeza», dice ella.

El primer recuerdo que tiene es el de su madre cantándole una nana con pocos meses de vida. María, la Loba, siempre quiso que estudiara. «Quería que me sacara unas oposiciones, que fuera funcionario, porque me decía que solo salía un artista entre un millón. Yo le dije que yo era ese uno».

Estaba en lo cierto.

 

«VIVE»

AUTOR

ÓSCAR GARCÍA BLESA

EDITORIAL

AGUILAR

Cuando se cumplen 20 años de «Más», Óscar García Blesa se lanza a escribir una biografía del artista con el que ha trabajado mano a mano. El libro recoge la historia de su vida contada a través de su voz y de doscientos testimonios de amigos, familiares y artistas. El artista acaba de recibir el premio Persona del Año por parte de la industria de la música latina. Es el español que cuenta con mayor número de Premios Grammy, veinte latinos y tres americanos.