Café Quijano, el comienzo de una segunda juventud a ritmo de pop latino

FUGAS

Abel Alonso

El trío leonés abandona el bolero para renacer con un nuevo sonido que plasmarán en un disco que saldrá en marzo y que les traerá de gira por Galicia

11 feb 2018 . Actualizado a las 00:56 h.

En plena fiebre latina, cuando el universo de las listas de éxitos parece haberse olvidado casi por completo del otrora dominante pop anglosajón para fijar su mirada unidireccional hacia ritmos más cálidos, Café Quijano saca un disco que, avisan, va a estar lleno de pop latino. Pero poco se les puede reprochar a los hermanos Quijano. Ellos ya estaban ahí cuando el mundo miraba hacia otro lado. Ya militaban en el origen de su carrera, hace ya veinte años, en las filas de aquellos que habían sido irremediablemente seducidos por ritmos que venían de Cuba e, incluso, de la frontera entre EE.UU. y México. Es más, cuando volvieron a subirse a un escenario juntos a principios de esta década lo hicieron con una misión clara: reivindicar el bolero. Hasta tres discos le dedicaron al género romántico latino por antonomasia, sin importarles lo que hacía el resto de la industria musical, ni si lo de bailar agarrado estaba de moda o no. Sabían bien que hay cosas que no envejecen y que nunca pasarán de moda.

El tema es que ahora apuestan de nuevo por el baile, pero más de lejos, con su nuevo disco que saldrá en el mes de marzo. Con el single de adelanto que presentaron este verano, Perdonarme, dejaron claro por dónde van los tiros de esta nueva etapa de Café Quijano. Y al público le gustó. Venían de tocar la música que bailaban nuestros abuelos y se juntaron muy inteligentemente con el grupo que bailan nuestros hijos: Taburete. Willy Bárcenas colaboró cantando en este pegadizo y fácilmente bailable tema y entre todos lo auparon a firme candidato a ese discutible honor que es convertirse en la canción del verano. Pero escogieron el verano erróneo: el puesto había sido usurpado muy despacito por Luis Fonsi y su condena en forma de canción.

El caso es que la receta que puso a prueba Café Quijano funcionó. Como antes le funcionaron las otras apuestas y cambios de rumbo que plantearon a lo largo de su trayectoria. Porque eso tampoco se les puede echar en cara: jamás se han acomodado al encontrar una fórmula que funciona. La cogen, la presentan, triunfan, la explotan durante una temporada y, cuando ya la dominan y tienen al público acostumbrado, rompen la baraja y vienen con algo distinto. «Hoy en día el mundo va a tal velocidad, que la única forma de que se fijen en ti, de que el público se pare en su camino y te mire no sé si a la cara, al espíritu o a tu energía, es sorprendiendo y haciendo algo que llame la atención», afirmaba Raúl Quijano en una entrevista reciente.

Así que ha llegado la hora de presentarle a las nuevas generaciones el sonido Café Quijano. Este fin de semana está previsto que se publique otro single de adelanto del disco, que según aseguran los integrantes del grupo, sigue el esquema de Perdonarme: pop latino con bases electrónicas. Una cosa para bailar, vaya. El propio Raúl Quijano reconocía esta intención de acercarse a nuevos públicos que quizá ni habían nacido cuando nos presentaron a La Lola: «Hemos alcanzado a nuevas generaciones que deberían pertenecer a otros grupos, lo que es algo muy bueno, muy sano y dice mucho de la salud del grupo, que está viviendo una segunda juventud».

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