Tony Lomba & Elio dos Santos: «El uno al otro nos tenemos miedo»

FUGAS

Oscar Vázquez

Que esta entrevista se publique un 28 de diciembre es pura casualidad. Que estos dos personajes se sigan reuniendo cada Navidad después de 20 años, un bendito milagro. La música ligera sigue a salvo.

28 dic 2018 . Actualizado a las 09:25 h.

Desde hace 20 años, mucho antes del despliegue lumínico, la Navidad en Vigo venía determinada por el concierto anual de Tony Lomba y Elio dos Santos. Un acontecimiento que solo Caballero ha sido quien de eclipsar. Pero ¿hasta qué punto estos dos personajes con larga trayectoria y cuestionable definición son almas gemelas? Para averiguarlo los sometimos al mismo cuestionario. Por separado, eso sí, sin que se pudieran copiar.

-¿Por qué solo hacéis tres de conciertos al año?

-Tony Lomba: Porque nos tenemos miedo. Cuando nos juntamos, hay una capacidad creativa que nos asusta.

-Elio dos Santos: Ay, no sé... A mí Tony me desgasta, siempre digo que es un vampiro psíquico. No creo que pudiese sobrevivir a tocar con él todas las semanas. Pero un poco de su veneno es una maravilla, muy terapéutico.

-¿Por qué después de 20 años seguís haciendo estos tres conciertos?

-T.L.: Puede que haya mucho de no poder vivir uno sin el otro para hacer estos majaderismos de canciones. La Navidad no tendría sentido sin estos fiestones. Es nuestra cena de empresa.

-E.S.: Tony siempre dice «venga, por los regalos de reyes de los niños» pero no, es por amor, por nuestra amistad.

-¿Por qué después de 20 años se siguen agotando las entradas?

-T.L.: El día que alguien que vaya a uno de esos conciertos y diga «yo no repito» lo dejamos.

-E.S.: Para mí eso es un misterio.

-La «gira» de este año se titula «Un respetito para Rosalía». ¿Por qué?

-T.L.: Porque siempre nos adelantamos a las catarsis populares. Cuando tienes éxito la gente te fusila. Nosotros tenemos un trillón de defectos pero nunca seremos esnobs.

-E.S.: Yo tengo un gusto muy clásico y popero, no soy fan como de oírla en el coche pero creo que lo de Rosalía es muy real y que llega a la gente por eso.

-Parafraseando la letra de vuestro «hit», ¿qué pasaría si Caballero no gastase tanto en bombillas?

-T.L.: Joder, es que se le va la pinza. Aunque haya acertado. Adoro su fundamentalismo localista...

-E.S.: Que no sería Caballero. Es su método y le funciona. No soy ni capaz de juzgar un fenómeno tan singular.

-Además de Rosalía y Caballero, ¿qué otros personajes barajasteis para que protagonizasen vuestro hit anual?

-T.L.: María Solar (la adoramos), Charles Aznavour y Aretha Franklin, la que nos chivó lo de «Un respetito» (Respect).

-E.S.: Cualquiera del nuevo ultratripartito, son puro esperpento ibérico.

-Habéis demostrado sobradamente vuestra falta de escrúpulos, pero ¿a quién jamás le dedicarías una canción?

-T.L.: A Aznar. Es lo más sucio de este planeta. Aunque...vete a saber. Somos muy gore a la hora de crear.

-E.S.: No ha nacido engendro maligno que se pueda librar de las garras de Tony Lomba.

-Vuestra canción «España, España» os ha costado más de un disgusto. ¿Te arrepientes de haberla hecho?

-T.L.: Para nada. Define a la audiencia. Quien se encabrona no tiene capacidad de opinar. Insulta, agrede, falsea... Aquelarre para esa gentuza.

-E.S.: ¡Qué va! Me encanta tocarla. Creo que tiene un gran mensaje, ese que dice que lo último que debemos perder es el sentido del humor. Es también un perfecto detector de idiotas.

-¿Qué es lo que más te irrita o exaspera cuando ocurre algo como lo que os ha pasado con esa canción?

-T.L.: Nada. Efecto contrario. Erección eiffelística.

-E.S.: Tertulianos insultando a Tony y odiando de oídas. «El malvado cantautor comunista que se burla de España»... Llamarle cantautor es intolerable.

-Una reciente crónica decía: «Se han juntado la cerilla y el bidón de gasolina». ¿Quién es cerilla y quién bidón?

-T.L.: Físicamente yo sería el fósforo pero mentalmente me veo más haciendo un cóctel en el bidón.

-E.S.: Por complexión él debería ser la cerilla, pero supongo que soy yo la chispita que necesita el explosivo.

-¿Qué es lo que más te fascina de tu «partenaire» artístico?

-T.L.: Podría decir que su serenidad, su magia para guiarme... ¡Que os den! Yo de Elio solo hablo de sus defectos. Sus virtudes son pocas y no las luce.

-E.S.: Se despierta siempre lleno de energía, aunque haya dormido dos horas. Es como si celebrase cada nuevo día en el mundo. Esa actitud es maravillosa, llena sabiduría, cero tonterías.

-¿Y algo que no soportes y que nunca te hayas atrevido a decírselo?

-T.L.: Que haya intentado mermar mi vestuario. No os podéis hacer la idea de lo que he luchado para que nuestros shows sean más que un desfile de Victoria Secret´s.

-E.S.: Le encanta tensar las cosas justo cuando no hay que tensarlas. Casi siempre salimos a escena medio peleados. Y cocinar con él también es imposible.

-¿Cuánto hay en ti de Elio?

-T.L.: Es un fifty-fifty creativo. Me ensortijo en su muñeca guitarrera y cabalgo sin silla de montar. É a rapa das bestas máis salvaxe que coñezo.

-¿Cuánto hay en ti de Tony?

-E.S.: Cuando toco con Los Seres Queridos tengo esa necesidad de epatar como sea con el publico. Estoy seguro de que es influencia suya.