¿Detective listo o detective tonto?

FUGAS

John Banville y Guillermo Martínez ofrecen en sus nuevas obras dos caras opuestas de la novela criminal. ¿Con cuál te quedas?

02 mar 2019 . Actualizado a las 15:26 h.

El argentino Guillermo Martínez es un incondicional de los detectives clásicos. C. Auguste Dupin con su lógica pura, Sherlock Holmes con su espíritu deductivo y experimental o Hércules Poirot con sus apuntes psicológicos son las bases sobre las que ha crecido su superdotado profesor Seldom. Un personaje que ya nos presentó en Los crímenes de Oxford y que regresa ahora en la ganadora del Premio Nadal 2019, Los crímenes de Alicia.

Arthur Seldom es un prestigioso profesor de Lógica en la Universidad de Oxford que se verá envuelto en una serie de crímenes que al parecer intentan impedir que el secreto de los diarios privados del autor de Alicia en el país de las maravillas salga a la luz. Interesante, ¿no? El célebre profesor, que además es miembro de la Hermandad Lewis Carroll, y un joven estudiante de Matemáticas argentino, que bien podría ser un juvenil Guillermo Martínez, unen intelectos para desentrañar el misterio.

El autor saca una vez más su vena de matemático y se apoya en la historia real de la dramaturga Karoline Leach, que encontró un documento que resume las páginas arrancadas del diario de Carroll, para componer una novela criminal que aspira a alcanzar a un lector de inquietudes intelectuales elevadas.

Esta es una trama enrevesada e inteligente que, por supuesto, cuenta con ese investigador listo que examina las pistas y llega a las conclusiones con razonamientos lógicos y deslumbrantes. Y todo ello en una historia que nos cautiva tanto por su fondo (la trama de las fotos de las niñitas realizadas por Lewis Carroll no deja indiferente a nadie) como por su prosa cuidada y amena. Por el medio, retos de lógica, acertijos o experimentos estadísticos como la prueba F de Fisher, harán las delicias de los lectores de corte más científico o filosófico. Pero que nadie se asuste, ya que el motor de todo es la intriga clásica del quién lo hizo, que nos mantiene enganchados y disfrutando hasta el punto final.

EL OTRO EXTREMO

En el otro extremo de la balanza está John Banville. Y él ya lo ha dicho sin rodeos: «Me aburren Poirot y Sherlock Holmes, prefiero hacer un crucigrama». Más claro no puede estar. Por eso, en su nueva novela Los lobos de Praga, que firma con su oscuro seudónimo Benjamin Black, nos deja en las manos de un detective aficionado y patoso que en la Praga del año 1599 busca hacer fortuna en la corte del emperador Rodolfo II. Pero en su primera noche en la ciudad prodigiosa se topa en el Callejón del Oro con el cadáver de una joven a la que acaban de degollar. Una gran bienvenida.

Christian Stern, que así se llama nuestro investigador, es el sufridor de esta fantasía histórica que mezcla personajes que existieron con otros sacados de la imaginación de Banville para construir una perfecta recreación de la época en la que cada detalle y cada dato se ha cuidado con esmero. La excelente prosa del premio Príncipe de Asturias convierte la trama criminal en algo secundario demorándose en las delicadas metáforas, mientras que nos hace sentir muy cercano el extraño mundo de esta corte de Praga poblada de bufones, jorobados, religiosos fanáticos y alquimistas. Es la Praga que Banville ya nos ofreció en su novela Kepler, de la misma época, y que ya anunciaba a uno de los personajes más siniestros de Los lobos de Praga: el enano Jeppe Schenkel. También es la ciudad a la que el escritor declaró su amor en Imágenes de Praga.

Qué más da que nuestro detective sea un poco estúpido si la protagonista principal es una ciudad con una historia y un magnetismo insuperables. Un escenario mágico poblado de personajes únicos que tejen y destejen redes en torno a un despistado e ignorante Stern hasta crear un clima asfixiante. La historia viene además aderezada con la sutil ironía y humor del autor irlandés.

Dos detectives opuestos y dos historias criminales que ofrecen mucho más que un crimen. No te decidas. Lee las dos.

«LOS LOBOS DE PRAGA»

BENJAMIN BLACK

EDITORIAL Alfaguara PÁGINAS 336 PRECIO 19,89 euros

«LOS CRÍMENES DE ALICIA»

GUILLERMO MARTÍNEZ

EDITORIAL DESTINO PÁGINAS 336 PRECIO 20,5 euros