Juana de Vega, heroína contra una maldición

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EDGARDO CAROSIA

Nieves Abarca, pregonera de las fiestas de María Pita, publica su primera novela en solitario, «Voraces»

23 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien quiera saber qué le interesa a Nieves Abarca (A Coruña, 1968), pregonera de las fiestas de María Pita de este año, solo tiene que leer Voraces. Su nuevo libro, la primera novela escrita en solitario tras los cinco thrillers firmados al alimón con el psicólogo Vicente Garrido y un poemario propio, condensa en 453 páginas de muy fácil lectura la adolescencia y primera juventud de la autora. Ahí están Bram Stoker, la ópera, la historia de España, la ciudad de A Coruña, los prerrafaelitas, Londres (también el de los exiliados), Oscar Wilde, el romanticismo, David Bowie, Umberto Eco, Indiana Jones y Hannibal Lecter. Todos ellos esculpen a la Nieves Abarca juvenil, la que sienta las bases de la autora actual, tan original que se atreve a mezclar en una misma trama la Guerra de la Independencia española y el azote del cólera en A Coruña de mediados del siglo XIX con los elegantes vampiros.

EDUARDO PEREZ

Voraces es el adjetivo apropiado para quien come con ansia y desmesura, y de forma figurada para el que apura hasta el último hálito, en este caso de vida, que le lleva irremediablemente según la doctrina gótica a la no-vida. Voraz es el ansia de libertad de muchos españoles del siglo XIX, un ansia tan intensa que empuja a los héroes a una muerte segura, acaso buscada. Voraz es el amor sin límites de Juana de Vega. Voraz es la propia autora que se entrega sin reservas a la novela gótica, no solo de terror, revisitando la historia de España y a personajes como el duque de Wellington o José de Espronceda; una licencia poética que hace guiños a la serie de televisión Penny Dreadful en una mezcla de lo ortodoxo y el pop muy propia de Nieves Abarca. Es la misma que llevó a la escritora a presentarse en el balcón de María Pita con un colgante de Eva Green, un inocente vestido blanco de encaje y el guante de Iron Man; que le hizo cantar a capella (con excelente resultado) una canción de Ana Kiro aunque Abarca se sabe decenas de óperas enteras. La vasta cultura de esta artista disfrazada de funcionaria es la peana sobre la que taconea una mujer voraz, poliédrica e imposible de limitar a una etiqueta.

Es difícil hablar de Voraces sin destripar su contenido. Que nadie espere una novela histórica, ya que las fechas se adaptan a las necesidades de la trama, pero sí reproduce el alma de cada momento. El texto se mueve en dos grandes ejes temporales: 1830 y 1854, y los nexos de unión son una terrorífica dolencia-maldición y una mujer, Juana de Vega. Esta es una heroína a la antigua usanza, que pelea contra todos y contra todo; un ejemplo de sabiduría, valor y gentileza (que no dulzura femenina). Tiene Juana un némesis, Arthur Wellesley, duque de Wellington, el hombre más poderoso de Gran Bretaña en los años londinenses del libro. Ambos personajes son reales y está claro que Abarca se documentó a fondo para dibujarlos aunque, y ahí la originalidad de la obra, fue capaz de encontrar una explicación poco ortodoxa para justificar las decisiones vitales de una y otro. Deja a decisión del lector quién es víctima y quién no, porque solo hay un malo sin paliativos, un malo también voraz, insaciable, el malo por definición: Fernando VII. No insiste en exceso el libro en la maldad del rey de España, pero su felonía planea, como la muerte, por toda la novela.

A esta posiblemente le falte algo más de extensión, son capítulos un poco cortos para quien, se supone, es lector voraz. Por lo demás, es todo lo que se puede esperar de un texto gótico-pop: escrita con solvencia, es una novela si no para todos los públicos, tampoco muy exigente. Ágil, emocionante, llena de acción, arrastra el lector por el tiempo y el espacio con un ritmo trepidante. Solo se intuye lo que esconde Abarca en sus referencias literario-culturales, las deliciosas e innecesarias enumeraciones y en un final excelente que demuestra que el círculo no solo está en la portada.

«VORACES»

Nieves Abarca Corral

EDITORIAL Espasa PÁGINAS 453 PRECIO 19,90