
Tras casi dos meses de parón, los estrenos primaverales para niños cogen fuerza. Junto a clásicos a los que rescató la cuarentena y la televisión, como «Ana de las Tejas Verdes», las librerías se animan con obras humorísticas o emotivas y con sagas de animales muy festivas
21 jul 2020 . Actualizado a las 10:11 h.Con mucha prudencia, sin curiosear entre las estanterías y con el libro ya escogido de antemano. Así entran muchas familias desde hace más de tres semanas en las librerías gallegas, negocios que retoman el pulso diario tras un parón obligado que ha confirmado las ganas de leer y que ha abierto el apetito infantil por ciertos títulos descubiertos durante el confinamiento. La vuelta de los clásicos, obras que había guardadas en casa y que muchos niños pudieron leer, es en este momento una tendencia en auge. «Nótase un repunte entre os lectores a partir de nove ou dez anos coa busca de títulos de
Desde Libros para Soñar, en Vigo, apuntan que la lectura y relectura de los mismos álbumes ha llevado también a muchos padres a pedir recambio en estas primeras semanas de apertura. Confirman, aún así, que para los más pequeños son las historias más conocidas las que aguantan el tirón. Entre ellas, una que nunca falla y que, incluso, despunta es la de A toupiña que quería saber quen lle fixera aquilo na cabeza, ese cuento simpático y escatológico sobre un animal al que se le cae encima un excremento. La historia, que lleva ya 30 años provocando carcajadas entre los niños, fue llevada en el 2019 al teatro por la compañía gallega A Xanela do Maxín. La publicación en abierto de la popular obra durante la cuarentena puede haber aumentado su ya de por sí amplio número de seguidores.
Más allá de la singularidad que acompaña a este tiempo excepcional, con la apertura de puertas de las librerías, las distintas editoriales recuperan estos días esas novedades que la pandemia silenció o postergó, justo en los meses en los que las letras celebran sus fechas más señaladas.
Novedades recuperadas
En Galicia comienzan ahora a recobrar protagonismo álbumes para primeros lectores publicados anteriormente, como Unha fábrica de bicos (Xerais), de María Canosa, un delicioso e imaginativo relato en el que el animal protagonista se da cuenta de lo natural y sencillo que es demostrar cariño; Mientras tú duermes (Kalandraka), de Mariana Ruiz Johnson, bella obra silente de infinitos detalles con la que los niños serán partícipes de cómo transcurre la vida en otros hogares; o, ya en clave de puro divertimento, Se che pica un mosquito, del mismo sello, un texto rimado que invita a probar atípicos remedios para mitigar una picadura. También suma seguidores Avós, pirañas e outras historias (Algar Editorial), de Rocío Bonilla, un álbum lleno de ternura sobre la relación entre un niño y su abuelo, una historia que emociona y ahora remueve.
Es también en estos días cuando cogen merecido impulso títulos que abordan la vulnerabilidad ante lo diferente, como Un trevo para Xulieta (Bookolia), de Paula Merlán, una obra en la que un original giro narrativo convierte la pequeña marca de una niña, una cicatriz, en algo único y hasta divertido. Un hermoso álbum, de sugerentes ilustraciones, que refuerza el papel de la amistad como remedio para superar los temores.

Otro tema muy presente en esta época son los libros que tratan con suma delicadeza la pérdida de un ser querido. En O caderno de Rosalía (Galaxia), María Xesús Blanco, en la que es su primera incursión en las letras infantiles, muestra una gran sensibilidad creativa con una tierna historia protagonizada por una Rosalía del siglo XXI, una niña que narra sus vivencias diarias y su visión del mundo, y es una mirada con la que sentirse identificado. Mientras, en el reciente O meu baleiro (Hércules Ediciones), el ourensano Marcos Viso reflexiona en alto, a partir de unas ilustraciones atrayentes e intimistas, sobre cómo las distintas formas de afrontar un duelo pueden ayudar a transformar el vacío en un hermoso recuerdo.
Ya en clave más veraniega, pero como otro título que también invita a pensar, suena con fuerza el premiado relato Tres bichicomas, dúas illas e unha serea (Xerais), de Rosa Aneiros, centrado en una niña que vive una aventura estival junto a dos amigos. Una novela con la que la autora muestra de nuevo su magia para crear conciencia, en este caso, social.
También para lectores más avanzados, y orientado a todos aquellos que busquen en la lectura la aventura de soñar con nuevos mundos, se reafirma en mayo Rumbo ao Horizonte (Bululú), de Kike Gómez, un renovado relato de viajes fantásticos, protagonizado por un explorador moderno de nombre conocido, Marco, que descubre en sus hazañas personajes divertidos y estrafalarios.

Nuevos estrenos de sagas de éxito
A nivel nacional, son varias las series infantiles de éxito que vieron cómo sus nuevas entregas coincidían con el principio del encierro, unos esperados títulos que cogen ahora, y rápidamente, vuelo. Uno de los que levantan más expectación es el último tomo de la desenfadada saga de cómic Animalotes (Anaya), en la que distintos ejemplares, como un tiburón, una serpiente o una piraña, cansados de ser siempre los malos, luchan por limpiar su imagen a través de humorísticas aventuras que han conseguido enganchar hasta a niños no tan lectores. Sus nuevos episodios (Desmadre prehistórico / Supermalotes), en los que tratan de rivalizar con el poder de los dinousarios, retienen sarcasmo, doble sentido, risas y elogios.
Otra apuesta que tampoco deja de sorprender y que también desmonta la mala reputación de uno de estos animales es El lobo en calzoncillos 4. ¡Menudo vago! (Editorial Astronave), una nueva entrega de esta híbrida saga entre ilustración infantil y cómic sobre un personaje que en este número acredita que no es un ladrón ni un gandul. Una historia, llegada de Francia, que enseña a los más pequeños a observar el mundo que les rodea mientras hace sus delicias con múltiples, agudos y accesibles guiños.
Fue en el país vecino donde también nació Perro Apestoso (Blackie Books), otro de los antihéroes que suma cada vez más seguidores en el nuestro. Este chucho carismático, patoso, de infinito entusiasmo y buen corazón enternece y divierte al lector en cada una de sus aventuras mientras le invita a cuestionar la sociedad actual. En la última entrega, que dibuja una sonrisa cómplice, el protagonista se lanza a conquistar a una perrita pulgosa.
También con ilustraciones expresivas y bromas actuales se reivindica en esta temporada La mudanza de Bruce (Anaya), de Ryan T. Higgins, un ameno álbum sobre un oso gruñón pero de buen corazón que, sin quererlo, se convirtió en madre de cuatro gansos. La tercera aventura de la saga merece más de una lectura.
Entre las pequeñas joyas ilustradas, uno de los ámbitos que también recuperan espacio, destaca El Bosque Dormido (Bruño), de Patricia Hegarty, un bello álbum con páginas troqueladas y una evocadora historia sobre los animales del bosque, y Fábulas de Esopo (Blackie Books), en el que el tándem formado por la escritora británica Elli Woollard, de brillante imaginación, y Marta Altés, con sus coloridas e inconfundibles ilustraciones, recrean en verso ocho de esas enseñanzas universales y siempre vigentes. Dos exquisitas apuestas que el virus había puesto en cuarentena. Hasta ahora.