«'El mal querer' de Rosalía es una nueva 'Leyenda del tiempo'»

FUGAS

Quique Garcia

El libro «La Rosalía: ensayos sobre el buen querer» analiza de forma plural el gran fenómeno pop a través de las voces de distintos expertos

01 abr 2021 . Actualizado a las 22:34 h.

Pocas cosas resultan más excitantes en la música popular actual que seguir la trayectoria de Rosalía. Aquel 30 de mayo del 2018 en el que Sony lanzó el single Malamente se produjo una sacudida en el mundo del pop —español primero, luego latino y, casi al instante, global— que no se detuvo hasta la actualidad. El asombro ante su propuesta, su progresión y su ausencia de límites —y cuando se dice eso, entiéndase en el sentido de Madonna o Michael Jackson— no tiene fin. ¿Cuesta tanto imaginarla en un futuro recogiendo el Grammy al mejor disco del año? ¿Colaborando quizá con Beyoncé? ¿Reinventándose y superando El mal querer (2018)? Aquí todo es posible. Pero de verdad, no como una frase hecha.

Muchas de las sensaciones que genera la artista de las uñas imposibles y la hibridación infinita han motivado La Rosalía, ensayos sobre el buen querer (Errata naturae). La obra recoge una mirada poliédrica sobre este fenómeno único que estamos viviendo en tiempo real, del mismo modo que contemplamos la evolución de Messi. Es decir, conscientes de que una estrella de luz incandescente así pasa muy de vez en cuando. Y lo hace precisamente en un momento de punto y aparte. El coordinador de la obra, Jorge Carrión, lo destaca. Si hace un decenio el crítico Simon Reynolds publicaba el libro Retromanía, denunciando la falta de futuro en un pop que se devoraba a sí mismo y que no aportaba nuevos géneros, este le da una pista: «Una posible respuesta se encontraría en los círculos creativos de los que se nutre Rosalía». Y, sí, desde España al mundo exterior. A todo él.

La Rosalía se centra en esa —ya se puede decir sin miedo— obra maestra titulada El mal querer. Empieza precisamente mirando atrás, con el repaso del flamencólogo Pedro G. Romero. A raíz de la irrupción de la artista, mira al género, traza líneas para el público no instruido, rebate a puristas y termina por sentenciar que la artista «ha hecho más por el género flamenco en un año que el propio Instituto Andaluz del Flamenco en varias décadas». Y punto.

Especialmente brillante resulta el texto de Javier Blánquez. A falta de poder concretar, define a la artista por lo que no es, le atribuye «la belleza de la indeterminación» y lanza una de esas sentencias que, por supuesto, escandalizarán a más de uno: «El mal querer es una nueva Leyenda del tiempo —con su rechazo parcial al principio y su aprecio general después— para un tiempo líquido». Sí, a ese nivel se ve y se coloca el disco a lo largo de estas apasionadas páginas que no se ciñen solo a la música.

Así Bruno Galindo repasa el making off industrial de aquel lanzamiento que la colocó en los luminosos de Times Square, en pleno corazón del mundo occidental. Marisol Salanova analiza, capa a capa, la imagen de la cantante y sus múltiples conexiones con el arte. Marilena de Chiara se centra en la moda, con un repaso pormenorizado a sus looks en los que, vaya, tampoco existe cajón posible. «Urbana, flamenca, pop, ratchet, trap, choni. ¿Algo más? Como su música, también su estética rehúye la categorización por compartimentos reconocibles», escribe.

El recorrido se completa por acercamientos a los orígenes familiares de Rosalía, la polémica del apropiacionismo cultural (genial repaso del coruñés Agustín Fernández Mallo), los ecos de la cultura quinqui y los clásicos de la poesía española en sus canciones o los artistas que, como ella, han abierto su estilo en un eclecticismo absoluto pero dotado de raíz. Todo para que al final sea Rosalía la que hable de sí misma en un puzle de declaraciones tomadas de aquí y allá. Leídas, como el resto del libro, suenan a los capítulos iniciales de una extensa novela a la que aún le quedan muchos capítulos por escribir.