Con su particular enfoque, Juan Sánchez analiza el fenómeno que supuso la música de gasolinera, sus diferentes artistas y estilos
21 jun 2021 . Actualizado a las 18:52 h.Detrás de Oro Jondo, un proyecto artístico multidisciplinar, se encuentra Juan Sánchez (Lorca, 1989), que acaba de publicar Dame más gasolina, en el que hace un recorrido por la música de gasolinera, «música superventas consumida por la clase popular que triunfa sin la aceptación de la crítica ni el apoyo de los medios». Para Juan, si hay alguien que le debe su éxito a este fenómeno de masas es Camela que, siendo el segundo grupo que más discos ha vendido en España, apenas ha contado con el apoyo de la industria.
-¿Cómo surge este fenómeno?
-De manera orgánica, a raíz de los 70, cuando en las gasolineras se empezaron a ver expositores de casetes. En esa época, todo el mundo tenía coche, y las gasolineras, además de un sitio de repostaje, se convirtieron en un lugar de consumo musical, sobre todo de música popular.
-En la actualidad, apenas hay, ¿no?
-Lo de ir a comprar música es algo que está ya muerto, a lo mejor encuentras algún expositor, más que con música actual con recuerdos, pero se usa el concepto para referirnos a esa música popular catalogada en la baja cultura. Por otro lado, la esencia de la música de gasolinera sí que está en una serie de artistas actuales. Por ejemplo, todos estos chavales del panorama urbano más independiente que hacen su propia música y la suben a YouTube o a plataformas digitales. Es gente sin recursos que graba en sus casas, que se autoedita, que es un poco lo que pasaba en los 90 con toda la escena de la tecnorrumba. A partir de Camela, todos estos grupos que surgieron y que les copiaban en estética y en espíritu musical. Sonaban en ferias, mercadillos, restaurantes de carretera... era un circuito alternativo, no pasaba por el comercial, no se contabilizaban sus ventas aunque vendían bastante. Y es un poco lo que pasa ahora con estos artistas de 18-20 años que hacen música en su casa y la suben a Internet, por lo menos al principio. Luego si lo petan igual viene una major y los ficha.
-Ha quedado relegado a un concepto.
-Sí, también hay muchos artistas ahora que cogen toda esa estética, esa música y ese sonido con una revisión actualizada, y mezclan ese sonido cañí con los más actuales. Rosalía o C. Tangana son los ejemplos más claros. Miran al pasado de nuestra música, cogen esa esencia y la transforman con un lenguaje más moderno, pero que, en definitiva, vive de esto, de la música popular española. Sonidos que a lo mejor hace diez años habían estado más denostados por la crítica, por la industria... Parecía que todo lo que hacíamos en España no molaba, era todo muy casposo, y, sin embargo, las nuevas generaciones están viendo que hay cosas buenas, y malas, pero vamos a coger lo guay y hacer una propuesta moderna.
-Cuando ahora hablamos de letras feministas... Hasta esto también ya se ha hecho.
-Total. Todo es cíclico, todo vuelve, y cada generación necesita de un icono que vuelva a poner en la mesa los temas a tratar. Ya se han tratado, pero se necesita que lo haga una persona nueva y con un discurso adaptado. Por ejemplo, Bad Bunny ahora sale con falda, se pinta las uñas, es un hombre hetero cis... Es muy guay que haga eso, porque los chavales de 15, igual no saben que David Bowie ya lo hizo en su día. O por ejemplo, toda esta ola del nuevo feminismo, mujeres empoderadas desde Rosalía a Nathy Peluso, pero ya teníamos a Rocío Jurado con canciones de empoderamiento femenino. Hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo... que una mujer dijese esto en los 70 era muy fuerte, y además, con su discurso y en entrevistas ya hablaba de feminismo, cuando nadie, ni los sectores culturales e intelectuales, se atrevía a usar esa palabra. También hablaba sobre el colectivo LGTBIQ+ y lo defendía. Y ahora lo hacen otras artistas... Al final, los iconos pop son como los dioses de esa generación. Pero todo es cíclico, igual que las modas. Ahora Rosalía lleva ese look choni dosmilero revisado, pero no deja de ser como yo y mis amigas nos vestíamos con 15 años.
-¿Quién le debe parte de su éxito a las gasolineras?
-El ejemplo más icónico es Camela, no hubieran sido lo que son sin las gasolineras o sitios donde comprar este tipo de música. También toda la generación anterior de la rumba, la rumba-pop, flamenquito, Manolo Escobar o todos estos artistas de los 80 al margen de la movida, Junco, Chiquetete, Parrita, Los Chichos, Los Chunguitos... toda esta balada gitana era lo que realmente petaba en España, llenaban las fiestas populares. Esta era la España real aunque se quisiera dar una imagen de moderna, pero la movida eran cuatro modernos de las ciudades de las capitales. No estoy criticando la movida, ofrecieron un estilo nuevo y una estética a la que no estábamos acostumbrados, pero España no era eso.