Lo último de Jane Smiley, ¿llega con la mejor voluntad para criar bien a un hijo?

FUGAS

Vuelve la Pulitzer Jane Smiley con una historia sobre el amor conyugal y la familia

25 jun 2021 . Actualizado a las 10:43 h.

Bob y Liz Miller llevan una vida idílica. No la que las convenciones sociales dictan, sino la que ellos construyeron, como la casa que Tom, veterano de Vietnam, levantó en lo alto de un valle. No tienen electricidad. Tampoco coche o teléfono. Sobreviven a base del trueque, de su granja y de sus manos, capaces de crear un chifonier de nogal negro o una almazuela de colores.

Pero, desde el inicio y a pesar de los esfuerzos de Tom por reafirmar los principios de su existencia cuando una periodista los visita para documentarse para un libro, planea un presentimiento, el de un desenlace abrupto. Puede que trágico. Jane Smiley (Los Ángeles, 1949) mantiene al lector expectante, con las dosis exactas de tensión y sin pretensión alguna de juzgar a sus personajes en La mejor voluntad. La novela que la norteamericana publicó en 1989 la recupera en castellano, y con traducción de Inga Pellisa, Sexto Piso, como hizo previamente con La edad del desconsuelo y Un amor cualquiera.

De nuevo, tenemos una historia sobre la vida conyugal y la familia que Smiley, casada cuatro veces, se ha esforzado en desmitificar en sus libros. En este caso, lo que parece hacer peligrar el proyecto de vida de los Miller no es alguien ajeno, sino su hijoTommy. El pequeño es su vínculo diario con el mundo cuando parte y regresa en el autobús escolar. Calladamente, también es quien más puede discordar de la filosofía que le inculcan, e imponen, sus progenitores, como suele suceder entre padres e hijos en los primeros años.

Un atisbo de racismo o una demanda en las rutinas acordadas puede desmoronar todo. Desnudar las diferencias. Un impulso violento de Tommy los hace dudar. ¿Fue algo pasajero? ¿Qué se esconde tras esa «mirada» suya? Smiley, Premio Pulitzer 1992 por A Thousand Acres (Heredarás la tierra en castellano), deja que los personajes experimenten y evolucionen.

Más de 30 años después de su publicación en EE.UU. y en plena efervescencia de la huida al rural, la travesía de estos dos urbanitas que se aislaron en el campo para encontrar en él la armonía y sabiduría añoradas sigue arrojando hoy luz sobre los paraísos que creemos edificar para mantenernos a salvo, presuponiéndolos superiores. Hasta que descubrimos su fragilidad, aun con la mejor de las intenciones.