Con 15 años, Irene ha «surfeado» títulos enormes. Los «centennials» gallegos leen y dan la cara por los libros. Son los «bookstagramers» que autores, editores y libreros no deberían perder de vista
06 sep 2023 . Actualizado a las 23:54 h.En ese arenal sin fin de las pantallas del mundo virtual, es refrescante pillar una de las olas que surfea Irene. «Venga, únete, ¡que se te va la ola!», invita esta adolescente que, a sus 15, es una de las bookstagramers gallegas que hacen, con gusto y éxito creciente, comunidad en la Red. Surfeando Libros es su cuenta, un guiño a dos de sus pasiones: la literatura y el surf. En ella se abre un escaparate que agita el posado, un mar de lecturas para poner la lupa, tanto si eres niño como si has dejado atrás la edad de los veranos eternos. Mark Twain, Truman Capote, Toni Morrison y Gerald Durrell están entre las recetas de Surfeando Libros. También nombres de referencia gallegos. En gustos, Irene coincide a menudo con otros bookstagramers gallegos que marcan tendencia, como Littera Lupa, Palabra de Gatsby o De Libros a Libres.
Coruñesa a la que siguen editoriales como Blackie y Sushi Books, librerías como Moito Conto, Berbiriana, Couceiro y Lectocosmos, numerosos autores gallegos y bookstagramers como Lo en las Nubes o Nuriapy, Irene surfea libros desde pequeña. ¿Cuándo empezó esa pasión por los viajes a través de las letras? «Es de siempre. Desde pequeña, tengo los libros a mano. En casa siempre me leían... y empecé a leer más por mi cuenta hace tres años. Fue cuando me abrí la cuenta en Instagram», relata. Es verla y que entren ganas de coger un libro, de jugar con él.
El nido literario lo tenía, pero voló hacia sus propias preferencias. «A mi padre [que le hace las fotos] no le gusta leer, y mi madre y yo tenemos unos gustos diferentes..». Ni siquiera coinciden en Pippi Calzaslargas, porque la madre de Irene la seguía en la serie de televisión, mientras que ella prefiere sus aventuras en papel (las tienes en Blackie y en Kalandraka). «Al abrir la cuenta, me sorprendí de que hubiese tantas de libros... Prefería Instagram a YouTube, porque me pareció una forma de llegar más lejos con los libros», comparte Irene.
Nadie le dice con qué libro posar. «Elijo los libros que me gustan. Pero no pongo todos los que me gustan, porque a veces me parecen irrepresentables», explica. Fue algo que le sucedió con la historia de ciencia ficción La mano izquierda de la oscuridad, de la gran Ursula K. Le Guin. «¡No sé me ocurrió qué foto hacer!», admite.
¿Qué me pongo?
Con Os corpos invisibles, de Emma Pedreira, un libro que la fascina entre otras cosas por la referencia a las Brontë, le pasó lo contrario. Tenía clara la foto, eso sí, se rompió la cabeza, con el vestuario. «Es lo que peor llevo -dice-. Nunca sé qué ponerme... para el libro». El vestido con encaje que lleva en el «bodegón» de Os corpos invisibles se lo dejó la propia autora. El vestido ¡y un anillo que se menciona en el libro!
Los relatos de Sherlock Holmes, en la editorial Valdemar y en Edicións Morgante, son una de sus propuestas para seguir la pista de la mejor literatura, que es un abrigo interior elegante que nunca sobra. Este verano le robó el sueño Jane Eyre, Charlotte Brontë, «que atrapa por el misterio inquietante que tiene» y recomienda como lectura para disfrutar en la estación cálida Adiós, señor Chips, de James Hilton. «No sé si conoces una editorial que se llama Trotalibros...». Pues no. «¡Es genial! Esa editorial rescata libros que están descatalogados o que nunca se llegaron a publicar en español, o que se perdieron entre las mareas de novedades. Adiós, señor Chips, es uno de esos libros que rescató Trotalibros. Una historia entrañable que en cien páginas cuenta toda una vida», nos tienta. Novela da xadrez, de Zweig; 84, Charing Cross Road, de Helene Hanff, la Triloxía de Corfú, de Gerald Durrell, en Sushi Books, y Los Incursores, de Mary Norton, están entre sus originales y muy vistosas recetas literarias.
Violeta, que conduce la cuenta Littera Lupa, tiene 18 años y mil lecturas echando flor dentro. Los libros que escoge se rodean de flores. «A miña vida é ler! Así que comecei a subir fotos de libros», explica. Estar en Instagram fue su forma de salir a compartir libros. «Aí podía recrearme, coñecer a xente que tiña os meus gustos ou parecidos. E como son moi pesada recomendando a Jane Austen, as Brontë ou Andrea Maceiras... ás veces poñen en Instagram que leron un deses libros porque eu o recomendei e quedo contenta», confiesa. Sus reseñas son en gallego y quizá fue su nombre el que decantó el gusto por las flores. «Empecei a poñelas cos libros e quedaban bonitas. Eu vivo no campo e ademais hai libros que son moi florais!». Antía Yáñez, una de las escritoras entre sus recomendaciones, es vecina y fue profesora de inglés de esta joven prescriptora que autores y editores gallegos han de tener en cuenta. La autora Andrea Maceiras (Europa Express, Nubes de evolución) se cuenta hoy entre sus amigas.
En su cuenta veréis lecturas en inglés, como Pride & Prejudice, clásicos vivos como Rebelión en la granja o la antología Encaje roto, de Pardo Bazán, y sorpresas como Todos quieren a Daisy Jones, de Taylor Jenkins Reid. No toda crítica es buena, ojo. «Hai tanto hype ao seu redor que rematei agardando demasiado da súa historia e non cheguei a desfrutalo como se merecía ata que asumín que non pasaría a formar parte da miña lista de favoritos», dispara sobre Todos quieren a Daisy Jones la influencer que, de este año, recomienda sobre todo A folla azul. «Todos os libros de Andrea Maceiras chéganme ao corazón, fanme chorar. Teño sempre o paquete de Kleenex a man...», confiesa Violeta.
A punto de cumplir los 19, Elisa es autora de De Libros a Libres. «Un dos motivos que me impulsaron a abrir a conta en Instagram foi a situación da lingua galega na sociedade. Parecíame importante dar esa oferta, ese contido en galego. Se a xente usa o galego, iso atrae a mocidade. Como cos Verto na música», considera.
«Calidade en galego non falta»
¿Qué le pide a un libro? «Tenme que dar verdade, tocarme moi de preto. Teño que sentirme identificada». Entre sus autores recomendados están Carlos Casares, Rosa Aneiros, Diego Ameixeiras, Domingo Villar o Berta Dávila. «Calidade non falta na nosa literatura! E cada un deles, e delas, achega amais algo diferente. É valioso un detective como Leo Caldas, que está perdido, que ten medo, esa transparencia...», se detiene Elisa. Otro flechazo fue Irmá paxaro, de Tamara Andrés (Cuarto de Inverno). «É un libro (sobre a perda da complicidade entre irmás) que me namorou. A poesía foi a que máis veces me salvou. En Irmá paxaro atópome en cada palabra», revela esta lectora incansable.
Palabra de Gatsby es la de David González, otro de los jóvenes gallegos que nos suben las ganas de leer en Instagram. Tiene 26 años y es un «caso particular». «Empecei no 2016 coa web, con recesións e pequenos textos. A xente nova creo que está un pouco fóra do concepto do blog e a recensión de estilo académico». Eso le empujó a saltar a Instagram al año siguiente. Aquí está el lector más joven, un lector «que busca máis a interacción, o comentario». David escoge citas de los libros, porque a veces una frase enciende la llama, es el motor, lo que engancha a querer, «a pensar en mercar o libro».
Cada lectura, sostiene, tiene un momento. «A túa situación persoal ten que ir co libro. Non podes ler unha historia dun romance complicado se estás a vivir un romance complicado», opina. El gran Gatsby bautizó la cuenta en Instagram («Foi o primeiro libro considerado clásico que lin sentindo que era unha gran influencia, porque non o sentía tan lonxe...») de este influencer que nos invita a vestirnos de alta literatura gallega, y no solo. ¿Qué recomienda para este final de verano? «O día do falso gato, de Pasi Ilmari Jääskeläinen, en Esplanadi, que fala dun día perfecto que pode tornarse nun verdadeiro pesadelo. E tamén quedaría co novo de Emma Pedreira, Os libros que hai en min, que fala de como chegamos aos libros, de libros que deixamos atrás, no pasado, e aos que volvemos no futuro, facéndonos outra impresión».
La literatura vende y crece en Instagram con lectores que la quieren como ellos. Y que a veces ofrecen recetas a la medida de tus gustos y deseos.