—¿Ves circuito en Galicia para una propuesta como la tuya?
—Tengo mis dudas. No es un estilo de música muy al uso. Puede que sea una propuesta un poco desconcertante. Pero es que este proyecto es algo muy fiel a mí misma. Y yo creo que lo más importante es hacer las cosas con honestidad y de corazón, sin pensar demasiado racionalmente en si puede funcionar o no. Después, si hay circuito o no, ya es un paso posterior y una preocupación diferente.
—De hecho, tengo entendido que, en principio, ni siquiera estaba prevista la publicación de este disco.
—No, no lo estaba. Fue algo casual. Grabamos este concierto porque a mí siempre me gusta escucharme después para corregir cosas que puedo hacer mejor. Y cuando lo oímos nos dimos cuenta de que, oye, estaba muy guay. Le comenté a Tomi [Legido, su manager] que por qué no lo publicábamos y nos lanzamos.
—Y se ha convertido en la primera referencia de un nuevo sello discográfico, 10d10.
—¡Por favor! ¡Estrenar un sello discográfico! Buah! No puede hacer más ilusión.
—Al finalizar uno de los temas del disco agradeces a tu manager el que te lleve «por el buen camino». ¿Cuál es ese camino?
—Él lo conoce muy bien. Tomi es una persona maravillosa y un gran profesional y lo que intentamos es hacer las cosas con honestidad e intentar tomar las mejores decisiones posibles Y en eso el conoce mucho mejor que yo esta industria.
—Porque... ¿tú tiendes a ir por el mal camino?
—No, ¡por dios! Yo soy una persona muy responsable (se ríe). Lo que pasa que tenía que intentar buscar una manera bonita de darle las gracias.