El gallego que lleva 20 años creando bandas sonoras

FUGAS

Sergio Moure, compositor de bandas sonoras
Sergio Moure, compositor de bandas sonoras ANGEL MANSO

Sus últimas creaciones fueron para las series en «streamimg» «Operación Marea Negra»
y «¿Dónde está Marta?», entre otras

09 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sergio Moure es el claro ejemplo de que quien la sigue la consigue. Nació en A Coruña en 1969 y estudió en el Conservatorio del Liceo de Barcelona porque sabía que era de las pocas escuelas que impartían una asignatura enfocada a la música en el mundo del cine. Desde joven fue compositor y cinéfilo. Por eso, en cuanto terminó los estudios, mientras se dedicaba a los cortometrajes, no se cansó de mandar demos a todos los directores de cine que se le ocurrían. «Me centré sobre todo en Joaquín Oristrell. Así que, después de un año creando música que no sabía ni si le gustaría, por fin me contactó», recuerda. Entró en el mundo del cine por la puerta grande. En la película que hizo junto con este director, Inconscientes, que protagonizan Leonor Watling y Luis Tosar, fue nominado a los premios Goya como mejor música original. De ahí al estrellato. Desde entonces, 20 años después, sigue dedicándose a hacer bandas sonoras y se ha introducido en el mundo de las plataformas en streaming, como Netflix.

«Cuando leo un guion, espero que la música me venga a la cabeza», reconoce Sergio. Para él lo más importante antes de empezar a crear una partitura es hablar con el director y entender la historia. En base a eso, te puedes crear una idea sobre las emociones que se quieren transmitir. «Me gusta empezar con tiempo, para que la música esté razonada y cobre sentido con la obra cinematográfica», apunta.

Para Sergio, la música tiene que apoyar a la obra. Su función es aportar información al espectador, es decir, ayuda al director a contar la historia. «De ahí que el género al que más respeto le tengo sea la comedia. Es complicado introducir una sintonía que te incite a reírte, pero sin que te obligue a hacerlo. Algo así, como lo que se pretende con las risas enlatadas. Hay que crear algo más sutil, pero sin que resulte obvio», reflexiona. Y hace gran hincapié en que la música no debe anteponerse a los hechos. «José Luis Cuerda, el director, me lo dijo cuando trabajé en Todo es silencio: la música acompaña, pero no narra», añade.

En su carrera le ha tocado componer gran cantidad de bandas sonoras, pero sobre todo ha trabajado para thrillers y películas de suspense. Entre ellas destacan: El cuerpo, Tesis sobre un homicidio o Feedback. Y como la experiencia hace al sabio, Sergio primero investiga sobre la trama antes de empezar a componer. «En la película Inconscientes, compuse un tango para una escena de baile entre los protagonistas, y después de que se estrenara la película en los cines, un amigo me informó de que ese estilo de música no era frecuente en la época en la que ocurría la historia», confiesa. Pero de todo se aprende, dependiendo del lugar en el que se inspire, o la época en la que transcurra, adapta los instrumentos con lo que existía o se utilizaba en ese momento.

Para Sergio, esta labor no entra dentro de los tres meses que se tardan en elaborar la música. «La idea tiene que surgir antes de poner en marcha el rodaje. El tiempo corre, y no puedes esperar a que te venga la inspiración, esta te llega mientras trabajas», apunta. Ahí es cuando llega la parte de la composición, previa a la de sincronización, la prueba en directo, y la de mezcla. «Cuando ya tengo claro en mi cabeza el tipo de orquestación y ya comprendo lo que quiere contar el director, es momento de transmitirlo al equipo», sitúa.

Próximo estreno en netflix

No en todos los rodajes los actores escuchan la música que les va a acompañar en sus escenas. «Depende del director. En El cuerpo, de Oriol Paulo, este les puso a los actores la banda sonora que correspondía en cada escena para que estos sintieran las emociones que se querían transmitir. De esta forma, se puede saber también si encaja la sintonía con la trama», defiende. Para él, «la música te sitúa emocionalmente donde se pretende. La banda sonora es una parte intrínseca del cine». Y no se equivoca, los hechos lo confirman. Hay partituras que han marcado la historia del cine y, al escuchar su melodía, inmediatamente se asocia con esa película en concreto.

«Lo mejor de las plataformas streaming es que en un solo día se puede alcanzar un público global. Cuando estrenamos Infiesto, en la primera semana alcanzó mas de 40 millones de visualizaciones», comenta. La traducción a gran variedad de idiomas facilita la repercusión en muchos países. Aunque reconoce que ojalá todas las obras cinematográficas que se estrenan por esta vía, se emitan también en el cine. El último proyecto del compositor es: La baraja: la firma del asesino. Se estrena hoy mismo y es su tercera colaboración con Netflix.

Sin embargo, algo que le preocupa al compositor, entre otros muchos, es la: inteligencia artificial. «Cada bloque y cada melodía está por algo. Pero claro, con estos avances tecnológicos, un ordenador interpretará la historia, al igual que hago yo, y a raíz de eso, elaborará partituras capaces de representar las emociones que se quieren transmitir», concluye. De ahí que confíe en que lo humano en todo lo que se pueda se mantenga irreemplazable.