El coreano Kim Ho-Yeon lanza la segunda parte de su bestseller «La asombrosa tienda de la señora Yeom»

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El autor amplía el universo de la novela traducida a más de 20 idiomas con «Las maravillas de la tienda de Cheongpa-dong», una oda a la amabilidad y el afecto

16 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La misma tienda que vio crecer hace dos años al señor Dokgo, un hombre sin hogar que logra una segunda oportunidad como dependiente de un peculiar supermercado 24 horas, repite como escenario principal de un puñado de nuevas historias. En Las maravillas de la tienda de Cheongpa-dong —segunda parte, pero que se puede leer de manera independiente— la voz cantante la lleva Geun-bae, el nuevo empleado del turno de noche que, pese a su apariencia de inocente grandullón, esconde grandes lecciones de sabiduría que compartirá con todos aquellos clientes que se dejen caer por el establecimiento.

Kim Ho-Yeon (Corea del Sur, 1974) rescata así la localización que le convirtió en superventas internacionalLa asombrosa tienda de la señora Yeom se tradujo a más de 20 idiomas— y amplía este universo de la mano de nuevos personajes que comparten algo en común: su humanidad consigue calentar hasta el pasillo de los congelados.

—¿Cómo una historia sobre una tiendecilla de barrio en Seúl acaba siendo traducida en una veintena de países? ¿Qué es lo que la hace universal?

—Yo también me lo cuestiono mucho. Después de haber ido a muchos eventos literarios y viajar por el mundo para conocer a los lectores, me he dado cuenta de que, al fin y al cabo, han sido ellos quienes me han elegido a mí. Y creo que es porque estas historias han tocado algún sentimiento que todos conocemos, con lo que se puede empatizar.

­—¿Tendrá también que ver con que, en mayor o menor medida, todos hemos querido tener una de esas segundas oportunidades de las que está lleno el libro?

—Todos a lo largo de nuestras vidas nos hemos cruzado con problemas y hemos necesitado a alguien que nos guíe hacia un mejor camino o simplemente que nos consuele. Tener a alguien que te pueda dar una oportunidad más en la vida es algo que todo el mundo desea, seamos españoles, coreanos o de otros países.

­—Una frase del libro dice: «A la tienda acudía gente con historias muy diferentes. Todos mostraban una expresión de fastidio que explotaba en cuanto Geun-bae abría la boca». Esas interacciones diarias pueden llegar a tener un gran impacto, ¿no?

—Es que la vida está llena de sufrimientos, de problemas. Por eso lo que más necesitamos los humanos es encontrar la felicidad en el día a día. No necesitamos grandes logros, como que nos toque la lotería o que de repente seamos exitosos de un día para otro, sino el hecho de poder encontrar la felicidad diariamente, aunque sea en algo pequeñito, en los detalles.

­—El contexto social de la novela es, por momentos, desolador. La pandemia, el paro juvenil, la tienda económicamente va mal… Sin embargo, la obra está llena de optimismo.

—Sí, lo que quise mostrar con esta tienda de conveniencia es una imagen compacta, es decir, una sintetización de la sociedad coreana de hoy en día. Y como sucede en la realidad, no siempre es todo tan bonito... Pero a través de las historias de estas personas, que quieren vivir una vida llena de esperanza, he querido que la realidad de la gran ciudad, que a veces puede parecer fría, contraste con la calidez que se puede encontrar en la tienda.

­—¿Por qué decidió darle una segunda oportunidad a este supermercado 24 horas y escribir una nueva novela ambientada en ella?

—Al principio no tenía pensado escribir un segundo libro. Creo que si hubiera pensado desde el principio en que la historia tuviera una segunda parte no hubiera desvelado en la primera novela la verdadera identidad de Dokgo. Todo habría acabado en puntos suspensivos, con un continuará. Mi intención era escribir esa novela y concluir la historia, pero recibí mucho amor por parte de los lectores, que me pedían un segundo libro. Y ¿cómo iba yo a rechazar esa solicitud?

—En realidad, la tienda tiene historias interminables que contar... No sé si también es su sensación, que puede haber una tercera parte...

—Yo pienso que el principal protagonista de estas novelas es el propio espacio, la tienda Always. Ella es la protagonista y por eso he podido escribir tantas historias que sí, parecen interminables. Me he querido centrar en el espacio. ¿Quién lo rellena? ¿Podrá sobrevivir a la crisis del coronavirus? ¿Podrá no derrumbarse? De todas formas, y aunque me alegra que a los lectores les guste, creo que no habrá una tercera parte. Vaya, estoy seguro de ello.