«Chiskeiro», el grupo santiagués formado por la generación Z: «Nos llamamos así porque si algo nos sale bien gritamos: Lume!»

FUGAS

Juan Amoedo y Zaira García

Punk, rock y «mucha fiesta». Así se define la banda formada por Emilia, Sarinha, Iria y Teo. «Nuestras influencias son grupos como Nirvana, The Rapants o Las Petunias», afirman

04 dic 2025 . Actualizado a las 22:57 h.

Emilia al bajo, Teo a la guitarra, Iria a la batería y Sarinha al micrófono y a las cuerdas. Ellos cuatro son los jóvenes que conforman Chiskeiro, un grupo de punk rock de Santiago de cuatro estudiantes que nació como el que buscaba el fuego, casi por casualidad.

«Yo estudio Física en la USC y Sarinha también. No nos conocíamos, porque ella es tres años mayor. Antes, yo estaba en el grupo con otras amigas, uno totalmente distinto al de ahora, y necesitábamos otra guitarrista. La encontramos a ella y le propusimos que viniese a probar un día. Vino, nos cayó muy bien y ahí nos hicimos amigas», explica Emilia.

Chiskeiro es la continuación de un proyecto anterior, pero totalmente renovado. «A medida que unos integrantes lo iban dejando, se fueron uniendo otros. Antes estaba otra chica que se llamaba Claudia, ahora está Iria en la batería. Fue un punto de inflexión en el que vimos que éramos un grupo de gente totalmente diferente y pensamos que era mejor empezar de nuevo, pero como algo que fuese nuestro y no para continuar con el proyecto de otra persona que ya no está», añade.

Juan Amoedo y Zaira García

¿De dónde viene el nombre? «Cuando nos salía bien una cosa gritábamos: "Lume!". Entonces dijimos: ¿y de dónde sale? Pues de un chisqueiro. Después decidimos ponerlo con k porque quedaba con un rollo mucho más punki», explica Sarinha. Sus referentes los tienen claros. «Nosotros hacemos más punk rock, pero intentamos coger cosas de distintos géneros y explorar un poco con elementos que nos gusten a todos los del grupo. Sobre influencias, diría que, en general, tenemos mucho del Girl Riot —movimiento nacido en Estados Unidos en 1990 que fusionó la música punk y el activismo feminista—. También de bandas del panorama gallego como The Rapants, grupos femeninos como Las Petunias o clásicos como Nirvana», afirma Emilia.

Pero su verdadero objetivo es que el público se desmelene al ritmo de sus canciones. «Nos centramos mucho en que la gente pueda bailar. Nos gusta volverlo todo como muy fiestero», detalla Sarinha. Las primeras actuaciones que les salieron fueron resultado de echarle un poco de morro a la vida. Básicamente, como la misma esencia del grupo. «El primer concierto que dimos fue porque mandamos un mensaje por Instagram a un restaurante y les dijimos: "Hola, nunca hemos actuado, ¿podemos tocar ahí?". No nos dijeron nada en un mes y una semana antes nos avisaron. ¡Tuvimos que preparar todo corriendo!», bromea Sarinha. «Estábamos supernerviosos, era el primero. Además nos hicieron un lío con los amplis el propio día. Pero tiramos para adelante y salió todo muy bien», añade Emilia. Tanto que ya han tocado hasta en la sala Sónar en Santiago.