Álvaro Carreras, el fenómeno gallego del United cedido en el Preston: «Creo que estoy preparado para la Premier»

FUTBOL GALLEGO

JOSE PARDO

El lateral izquierdo ferrolano, de 19 años, repasa su experiencia en Inglaterra, también con Cristiano Ronaldo en Mánchester: «Te transmite la mentalidad ganadora hasta en los rondos. Al final tú le copias, él te contagia que hay que ganar sí o sí»

05 dic 2022 . Actualizado a las 17:11 h.

Niño prodigio en Ferrol, canterano de éxito en el Deportivo, fichaje para la Fábrica del Real Madrid y mejor sub-23 del Manchester United, en el que compartió vestuario con Cristiano Ronaldo la temporada pasada. La trayectoria de Álvaro Fernández Carreras (Ferrol, 2003), siempre con el cariño cercano de su familia, va lanzada. Con contrato hasta el 2025, este curso juega a préstamo en el Preston, en la segunda inglesa, para coger minutos antes de volver a Old Trafford. Hace unos días, de visita en Ferrol, atendió a La Voz.

—Hace ya 10 años que se fue al Deportivo, cuando era muy pequeño.

—Sí, tenía 9 años y tomamos esa decisión para vivir una nueva experiencia. Tampoco pensamos que iba a llegar a donde estoy. Cambiamos por probar algo distinto, en un escalón más. Entre el desplazamiento a Abegondo y demás, me pasaba toda la tarde fuera. Gracias a dios fue todo bien.

—De esa etapa, ¿qué personas le marcaron más?

—En Coruña hice muy buenos compañeros, empezando por Álvaro Trilli, con el que llevo desde pequeño, así como otros a los que conocí allí, y que están ahora en el Fabril. como Jairo, Brais, Barcia... Y algún entrenador que me dejó marca ahí, como Juan Villamisar, que fue muy cercano y me cogió cuando llegué, y su segundo, David Lagar.

—El siguiente salto fue mayor al trasladarse a Madrid, con 14 años.

—Di el sí con 13. Era irse lejos de casa, dejar todo aquí, amigos, familia, infancia, para irme a por un sueño, que era jugar en el Real Madrid. Yo estaba en la residencia por la semana, y mamá, papá y toda la familia venían todos los fines de semana. Bajaban en coche o como podían. Y allí estábamos el fin de semana entero, y luego ellos volvían para casa.

—¿Fue dura esa etapa fuera de casa?

—Nunca es fácil irte de casa tan pequeño. Y, además, después de perder a un abuelo cercano, fue difícil. Pero luchas por conseguir tu sueño.

—Le fue muy bien en la parte deportiva, peor, aún así, ¿tuvo alguna duda en aquella etapa?

—Si llegase allí y no jugase, estando fuera de casa y solo estudiando... Porque eres un niño pequeño que lo que quiere es jugar al fútbol. Yo tuve suerte porque me fue bien allí.

—Para salir del Madrid, es difícil encontrar un destino mejor que el Manchester United.

—Llegó la propuesta del Manchester United, con mejores planes a futuro. Llegué allí con 17 años y empecé en el equipo sub-18, pero al mes y medio estaba ya con el sub-23. Así que muy bien.

—¿Qué influyó en la decisión para irse? ¿Que el United además de ser un grande juega la Premier?

—Todo se debió a la propuesta de futuro. Llevo dos años y medio allí, y estuve entrenando con la primera plantilla. Cualquier niño quiere ser futbolista. Al irme de casa la primera vez, yo dije, «ahora a ser futbolista, donde sea».

—Se fue solo a Mánchester.

—Sí, viví con una familia durante los dos primeros años, hasta que este año se vino mi hermano a vivir conmigo allí. Mi nivel de inglés era muy bajo, y así también lo mejoré, relacionándome. La adaptación fue muy buena, llegas a un sitio nuevo, debes ganarte la posición. Pero te dan minutos, oportunidades y lo haces bien. Fue lo mejor.

—¿Qué tal resultó la experiencia en una familia de acogida?

—Muy buena. Los considero mi segunda familia. Aún ahora, que vivo a 40 minutos de allí, la última semana estuve con ellos cenando. De maravilla. El United suele hacer eso. El Real Madrid tiene a todos sus jugadores en la residencia, como el City. Pero el United se apoya en familias, con tres o cuatro jugadores de fuera en cada una. Allí conectas con otros compañeros de tu equipo, de las mismas edades, haces más amigos, sales con tus compañeros de casa... El último año compartí familia con el español Mateo Mejía.

—En Mánchester se complica la opción de compatibilizar los estudios.

—Cuando me fui pasaba de primero de Bachillerato a segundo, pero no se me convalidaba. Así que empecé el colegio allí y estuve estudiando inglés, pero era muy difícil. Yo ya empezaba con el equpio sub-23 y entrenaban por las mañanas. Podía ir solo dos o tres días al cole.

—En el United progresó rápido.

—Sí, solo pasé mes y medio en el equipo sub-18. Tuve esa suerte de avanzar rápido. En mi debut marqué un gol y todo fue bien. Estuve esos dos años sobre todo con el sub-23, hasta salir cedido.

—Cuando empieza e entrenar con el primer equipo Ole Gunnar Solskjaer es el entrenador.

—La primera temporada no entrené tanto con el primer equipo, como sí que ya hice la campaña pasada. Me llamaron de forma más habitual.

—¿Qué se encontró en el primer día que le llamaron para entrenar con la plantilla de la Premier?

—Es una locura. Entrenas con jugadores de la Premier, Rashford, Juan Mata, Cavani, Pogba... Es increíble. El entrenador era muy cercano, a Solskjaer le gustaba mucho subir a los jóvenes, y su segundo, Darren Fletcher, también era muy próximo al jugador.

—¿Quién le arropa más?

—Juan Mata. Fue mi padre ahí dentro. Mi inglés tampoco era muy brillante, así que... Mason Greenwood también era muy cercano, porque era jovencito, y venía mucho a mi familia de Inglaterra porque se llevaba muy bien con los compañeros que tenía yo en la familia, y era muy cercano y muy buen compañero.

—Juan Mata.

—Increíble. Yo no entendía lo que hacía con el balón, era otro rollo.

—En la segunda temporada juega con el equipo sub-23, pero entrena ya casi a diario con la plantilla de la Premier.

—Me fue muy bien. Me eligieron mejor jugador del año sub-23 y fui varias veces convocado con el primer equipo a final de temporada, ya con Ralf Rangnick como entrenador.

—Cada vez que le convocaban con el primer equipo del United, sus padres viajaban desde Ferrol a Londres para poder vivir un posible debut.

—Todas esas veces que fui convocado, volaron la víspera. En una ocasión, mamá se fue el viernes a casa porque había jugado con el equipo sub-23 y el sábado, cuando supo que estaba convocado con el primer equipo, cogió otro avión de nuevo a Inglaterra. Increíble.

—Le falta debutar aún, pero ya ha visto cómo es un partido de la Premier por dentro.

—Lo que se vive ahí es increíble. La motivación son etapas que vas pasando. Subes del sub-23 y alucinas, pero ya el día del partido, la tensión por ganar... Ves todo lo que hay. Debes entrenar a tope para mejorar tú y tu compañero.

—En ese vestuario comparte vestuario con varias estrellas. Cristiano.

—Muy bien. No tengo palabras malas para él. Desde que llegó. Cuando llegó nosotros no lo sabíamos y yo salí al campo y parecía un niño pequeño. ¡Cristiano! Es muy cercano, para mí muy humilde y un ejemplo a seguir.

—Se le considera un ejemplo en dedicación, profesionalidad, en entrenar más que nadie.

—Es así. Él esta temporada hacía más ese entrenamiento extra en su casa, pero sí, es así.

—¿Da consejos?

—Te transmite la mentalidad ganadora hasta en los rondos. Al final tú le copias, él te contagia que hay que ganar sí o sí.

—Tres enternadores en la pasada temporada.

—Aunque no me dio la oportunidad de ir convocado con el primer equipo, para mí Solskjaer fue el que más me aconsejó, el que más se acercó a mí.

—El pasado verano de entrada hizo la pretemporada sin saber qué pasaría.

—Cuando el entrenador hizo la convocatoria para la gira de partidos de verano yo no me vi en ella, y entonces miramos para salir cedidos. Una semana antes habían fichado a un lateral izquierdo, [Tyrell] Malacia. Así que, si era el tercer lateral izquierdo, lo mejor era salir cedido.

—Se quedó cedido en el Preston, de segunda inglesa, y más cerca de Mánchester, pero tuvo más opciones.

—España, que es casa, siempre está presente. Había Alemania, Inglaterra y Suiza.

—¿Quién pesó más en la decisión de irse al Preston?

—Te fijas unas prioridades, pero yo estaba dispuesto a salir a donde fuese. El United me prefería cerca, para tenerme a mano, incluso por si era necesario llamarme de vuelta.

—Ahora vive en Preston con su hermano.

—Sí, es una ciudad tranquila, que te arropa, y estoy muy bien. Al parón del Mundial llegamos novenos, empatados con el sexto. La idea del equipo es meternos en el play off de ascenso como mínimo.

—El Preston es un histórico.

—Allí jugó Beckham cuando salió cedido, también. Me hablaron muy bien del Preston dentro del Manchester United y al final decidí ir cedido.

—Había jugado casi todo hasta que se lesionó.

—Sí, un golpe mal recibido me produjo un problema en un tendón, que me paró un mes. Pero todo va bien.

—Este año lleva el dorsal 2.

—Sí, había dos números, y llegamos dos chicos cedidos el mismo día, y él era atacante, así que...

—¿Cómo es el ambiente en un partido de Championship desde dentro?

—Espectacular. Cada partido es una guerra. Cuando jugamos en casa los aficionados nos empujan. Tuvimos una mala época en la que nos faltaban victorias y el público estuvo ahí siempre apoyando.

—Una guerra también dentro del campo.

—Sí, porque a veces visitas estadios en los que consiste no tanto en jugar, sino en sacar los tres puntos. Y tienes que ganar. Cada tres días hay un partido en esta categoría. En casa metemos unas 15.000 personas. Y en los campos del Blackburn Rovers, que para nosotros es el derbi, y el Sunderland. Son partidos preciosos, con 40.000 aficionados.

—¿Cómo es su entrenador del Preston, Ryan Lowe?

—Es cercano. Al final, todos queremos ganar, y él tiene que hacer su once para ganar. Si le va bien uno, lo va a mantener.

—¿Mantiene contacto constante con la estructura del United?

—Están cerca, me vienen a ver, porque Mánchester y Preston están a 40 minutos una ciudad de otra, y hace poco fui a ver al equipo sub-21 del United y estuve hablando con la gente del club.

—¿Han hablado algo de que le repesquen en el mercado de invierno?

—Por ahora estoy cedido en el Preston hasta el verano.

—Fue el mejor sub-23, luego hizo la pretemporada con el primer equipo y ahora era titular habitual en el Preston en segunda hasta que sufrió una lesión. ¿Se siente listo para jugar en la Premier?

—Yo creo que sí. Sí. En Preston estoy muy bien y la Championship es la mejor segunda división del mundo. Necesitas físico, al final también hace falta jugar al fútbol, y me veo preparado para la Premier.

—¿Para jugar con el United o para una cesión?

—Es algo que tiene que decidir el club. Yo puedo decir mi preferencia, pero la decisión final es con el club, es cuestión de hablarlo.

—Vive en Preston con su hermano y tiene partidos cada tres días, ¿para qué más le da la vida en Preston?

—Bueno, lo normal. Los días libres nos gusta salir, pero no es como España. No bajas al centro, sino a un parque, o hasta Blackpool, que es una zona de costa, y más fresca. No existe el pádel allí, pero compramos una mesa de pin-pon (ríe).

—¿Y España?

—Siempre está presente, pero estoy bien allí, por ahora.

—¿Cómo ve al Racing y al Dépor, sus otros dos equipos más de corazón?

—Bueno, muy bien. El Racing empezó muy bien y luego sufrió lesiones. Ojalá suban los dos, pero es fútbol.

—En el Dépor tiene ahora más amigos que en el Racing ya.

—Hace poco entró Aitor Pascual en el Racing, pero en el Dépor tengo a Trilli en el primer equipo y a mis excompañeros en el Fabril, Jairo, Barcia y varios.