El crisol de culturas del Gran Peña

FUTBOL GALLEGO

JAVIER TENIENTE

El equipo vigués cuenta con jugadores foráneos de siete nacionalidades en un proyecto que partió de cero y está superando las expectativas

08 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gran Peña tuvo que empezar el pasado verano prácticamente de cero. Su entrenador, Martín Blanco, un hombre de la casa con vínculos de toda la vida con el club, accedió a tomar las riendas y fue el encargado de confeccionar una plantilla con muchos condicionantes, sobre todo, tiempo y dinero. «Hay muchos jugadores con experiencia en la categoría -Tercera Federación- que no nos son accesibles porque son muy caros», dice el técnico. Así que tuvieron que apostar por una plantilla muy joven y se dio la circunstancia de que con muchos acentos diferentes.

En este club conviven actualmente jugadores que por nacimiento o ascendencia, tienen nacionalidades distintas de la española o a mayores de esta. Es el caso de japonés Ginto Nunokawa, el ghanés Julius Avinu, los venezolanos Odilo Alonso y Amet Barrios, el suizo Tyrone Mbia, el francés Francisco Makiese, el marroquí Amin Rajouani y el nacido en Etiopía Henok Abalde, que lleva toda una vida en Galicia. Hasta hace poco, también contaban con Cheikh Mbacké, de Senegal; Ibrahim Higazy, con doble nacionalidad egipcia y canadiense, y Ahmed Saad, egipcio que aún entrena con ellos.

Más allá de tener raíces foráneas, las historias de cada uno hasta llegar al Gran Peña son muy dispares. Avinu, por ejemplo, está viviendo a los 21 años su primera experiencia en Europa, llegado desde el Okor Nowomi FC de su país, Ghana. «Trabajo para una agencia, veo mucho fútbol y soy muy curioso. De esa manera, lo conocí, siguiendo esa liga, que es como la Segunda B, más o menos, y fue el máximo goleador», cuenta. También es un recién llegado a España Makiese, de 30 años y con pasado en varios equipos de su país.

Otro caso curioso es el de Ginto, llegado a Vigo hace un par de años en virtud del convenio del Celta con Wakatake. Estuvo en el Gran Peña Juvenil y llegó a ir convocado con el primer equipo cuando era Celta C. Todavía tiene 19 años. «Empecé a jugar al fútbol en mi país siendo muy pequeño. Ahora, en el Gran Peña, no estoy jugando mucho, pero me gusta el equipo, estoy contento de estar aquí y estoy muy agradecido», cuenta el propio jugador.

A Mbia, nacido en Ginebra, lo pescó su actual club desde el cuadro juvenil del Coruxo y al club vigués se incorporó tras jugar en el Servette FC. Más experiencia en Galicia y en España tiene Odilo, con raíces gallegas, pero nacido en Caracas y llegado del Arzúa tras su paso por el Atios y el Rápido, con el Gavá como puerta de entrada a España en el 2018. En el caso de Amet Barrios y Henok, son productos de la cantera del Celta que se han criado en Vigo, pero con ADN de otros países.

El idioma

Blanco admite que en momentos puntuales, el idioma puede ser una complicación añadida con aquellos que no son de habla hispana. Pero el hecho de que el técnico se maneje con el inglés minimiza el problema. «He trabajado en el extranjero y no tengo problemas para comunicarme», explica. Se hizo especialmente difícil con Cheikh, porque no controlaba inglés y él no domina el francés, aunque un par de jugadores del equipo sí se defendían. «Mbia y Frank también lo hablan y si hace falta, algún compañero les explica lo que no entiendan».

El vestuario del Gran Peña es un ejemplo de convivencia entre diversas culturas y países. «Es bonito acoger a diferentes nacionalidades. Requiere un poco más de adaptación, porque también son distintas culturas de fútbol», analiza el preparador. Esos momentos puntuales de falta de entendimiento han podido «ralentizar el ritmo del entrenamiento» en ocasiones, admite, pero también es una experiencia enriquecedora para todos. «Es muy positivo. El lenguaje común es el fútbol y todos somos iguales», proclama Blanco.

En cuanto al porvenir futbolístico, y aunque está muy contento con su plantilla en general, le ve muchas posibilidades a Avinu. «Es muy buen jugador, con potencial para jugar en categorías superiores cuando supere el proceso de adaptación, sobre todo, a nivel táctico», detalla. Pero todos están siendo importantes para una temporada que se presentaba altamente compleja para el club vigués y en la que están superando las expectativas. «Es muy sorpresivo después de empezar de cero, con un solo jugador y tan tarde. Si le sumas que reunimos a jugadores procedentes de contextos tan diferentes, está muy bien», dice al tiempo que recuerda que queda mucha liga y aún no han «hecho nada».