
El fútbol es parte importante de mi vida desde hace ya muchos años. Si algo nos regala este deporte es el privilegio de conocer a personas maravillosas, personas que dedican su vida al servicio de un club, un proyecto, un pueblo… Son personas que, en muchos casos, se han convertido para mí en grandes amigos, amigos como Juan Luis Villamisar.
Conocí a Juan Luis gracias al fútbol, cuando formaba equipo para dirigir la Real Federación Gallega de Fútbol. Entonces fue cuando Juan Luis se convirtió en la persona de referencia para el fútbol en A Coruña. Pasado el tiempo, puedo afirmar con orgullo que fue una elección más que acertada. Juan Luis se ha ganado a pulso el respeto y el cariño de todos, tanto en A Coruña como en Galicia, quizá porque siempre estaba dispuesto a escuchar, ayudar y buscar soluciones a los problemas del día a día. Y, siempre, desde la eficiencia, la serenidad y el diálogo, sin hacer ruido.
Su experiencia como dirigente a lo largo de los años en el Imperátor OAR le permitió tener un amplio conocimiento del fútbol en todos sus aspectos. Pero Juan Luis no fue solo un hombre de fútbol, era una persona maravillosa. Siempre estaba dispuesto a echar una mano, en lo que fuese necesario, y a todos y para todos. De ahí que se nos marche con un enorme reconocimiento en su ciudad, A Coruña, y en especial en su barrio, la Sagrada Familia.
Su inesperado fallecimiento nos dejó a todos conmocionados. Juan Luis había demostrado una gran fortaleza luchando contra el Covid y, paradojas de la vida, cuando más disfrutaba del fútbol y de sus tareas federativas, fue su enorme corazón, del que hacía gala en cada acción y en cada conversación, el que nos lo arrebató sin avisar, sin hacer ruido, como siempre en su vida.
Nos quedará para siempre su legado y una lección de vida: Juan Luis ha sido, por encima de todo, una buena persona. A nuestro lado estará Laura, su esposa y compañera de vida, y por supuesto amiga. Y sus hijos, Juan y Jorge, en los cuales podemos ver todos esos valores que Juan Luis siempre nos transmitía.
El dolor nos invade, pero también el orgullo de haber compartido tanto con una persona inolvidable y al que ya echamos de menos. Él fue parte fundamental de la gran familia que formamos con todos los miembros de la Junta Directiva y compañeros de la Federación Gallega. Una persona de fútbol, al servicio de los clubes y que llevaba en su corazón al Imperátor, a la Sagrada Familia, al Dépor, a Coruña, a la Federación y en definitiva al fútbol. Las interminables muestras de cariño y respeto recibidas estos días desde toda Galicia y desde otras comunidades no son más que la constatación de que Juan Luis era una persona excepcional.
Nunca te olvidaremos, Juan Luis.
Gracias por todo, amigo, y hasta siempre.