Autónomos gallegos: cotizar más para ser los jubilados más pobres de España

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

EUROPA PRESS

Son los únicos con pensiones por debajo de los 700 euros, pese a la subida de cuotas

19 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A no ser que su patrimonio personal le permita evitarlo, un autónomo jubilado en Galicia está condenado a vivir al borde de la pobreza, con una pensión media de 651,59 euros mensuales. Con 14 pagas, la renta anual no dista mucho de los 8.321 en los que, oficialmente, está marcado el umbral de la precariedad vital; y queda cada vez más lejos de los 10.800 que vienen determinados por el salario mínimo interprofesional establecido en España.

En general, resulta bastante improbable que un autónomo disfrute de una jubilación dorada, pero puestos a comparar cualquier punto de España es mejor que Galicia para que un trabajador por cuenta propia pueda vivir una vez retirado.

Según el balance de la Seguridad Social, con datos de los 5 primeros meses del año (al cierre de mayo del 2019), las disparidades entre comunidades autónomas son patentes. Los autónomos vascos son los que tienen una pensión mayor, con una media de 809 euros. Los siguen los navarros y los madrileños, con 775 y 747 euros, respectivamente. En el lado opuesto se encuentran los gallegos, pese a que todos por igual se han visto obligados a cotizar más este año, en teoría para mejorar sus prestaciones.

Desde enero del 2019, la cuota de autónomos subió 5 euros (hasta los 283 mensuales) para los que cotizan por la base mínima, que tanto en Galicia como en el conjunto de España son la gran mayoría (un 86 % del total).

Pero las pensiones de jubilación siguen agrandando la brecha entre Galicia y el resto de las comunidades. Y eso que más de 6.000 afiliados gallegos han aumentado su base de cotización en los dos últimos años, con la intención de conseguir una mejor prestación.

Pensiones «indignas»

«Estas pensiones son sencillamente indignas: después de trabajar toda una vida, no podemos llegar a percibir una jubilación con la que solo puedas malvivir», afirma Eduardo Abad, presidente de la organización de autónomos UPTA. Abad propone que se ponga en marcha una serie de incentivos fiscales que permitan aumentar las bases de cotización. «La idea es que estas puedan regularizarse el último mes del año para que las ganancias que se hayan obtenido se destinen a mejorar las prestaciones del futuro», explica.

Abad advierte que en los próximos 20 años se jubilarán 510.000 autónomos y que, de no acometerse cambios, la perspectiva es «alarmante».

Pero para cotizar más es necesario ganar más o, al menos, no registrar pérdidas, y el balance de afiliados al régimen de autónomos registrado en Galicia en lo que va de año no indica eso. Más bien todo lo contrario. Entre enero y mayo se han contabilizado 14.370 altas (incentivadas con la tarifa plana de 60 euros durante dos años), pero se han dado de baja 14.947 autónomos, lo que equivale a un saldo negativo de 577 negocios perdidos en los cinco primeros meses del año.

Muchas de esas bajas que se producen son por jubilación, en especial en el sector servicios, en donde predominan las mujeres. Y la estadística de la Seguridad Social permite comprobar que el agravio en la prestación, que es notorio cuando se compara Galicia con el resto de las comunidades, todavía puede ser mayor según el sexo. La diferencia media de pensión entre un autónomo y una autónoma es de 200 euros mensuales, aunque hayan cotizado en el mismo régimen.

El escaso poder adquisitivo que tiene un jubilado autónomo en la actualidad en Galicia, más aún si es mujer, es uno de los principales motivos que justifican que cada vez sean más los trabajadores de ese régimen especial que postergan su jubilación más allá de los 65 años.