Juicio por la ocupación de la sede universitaria ¿Había cuñas atrancando la puerta del despacho oficial del rector de la Universidad de Santiago? ¿Estaban encerrados treinta estudiantes dentro, o simplemente esperaban a Villanueva? Ayer quedó visto para sentencia el juicio de faltas a los alumnos desalojados del Rectorado el 14 de diciembre, en una sesión marcada por el humor y las contradicciones.
25 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Carlos García Pelayo, encargado de ejercer la acusación, basó toda la vista en tratar de demostrar que los treinta alumnos habían atrancado las puertas del despacho y se negaban a salir. La defensa apostaba por el argumento de que los estudiantes esperaban al rector y se encontraban en las dependencias en las que Darío Villanueva recibe a las visitas. Mientras alguno de los testigos aseguraba haber visto que había cuñas que impedían la entrada al recinto, los acusados juraron no verlas y afirman que no cerraron las puertas: «Entonces, ¿por qué la policía entró rompiendo un cristal?», se desesperaba el fiscal. Otro de los puntos de discusión se basó en si los universitarios se negaban o no a salir: «Só esperabamos ó rector, non nos resistiamos a sair», afirmaban los treinta denunciados. La sesión tuvo momentos en los que las carcajadas no pudieron evitarse. En pleno fragor del interrogatorio, cuestionaba García Pelayo a un estudiante: «¿E como sabía vostede que ese señor era o comisario xefe?». «Porque cando entrou dixo: son o comisario» respondió el acusado.