Las motos náuticas deberán navegar a 200 metros de la costa y en circuitos cerrados

GALICIA
La nueva normativa exige el título de patrón para los propietarios y clases teóricas para los usuarios que alquilen por horas La fiebre de las motos acuáticas tendrá este verano su calmante. La Dirección General de la Marina Mercante ha extremado las medidas para evitar sucesos como los del año pasado. Cinco muertes son incompatibles con el disfrute del mar, y un real decreto aprobado por el Consejo de Ministros modifica la escasa normativa que había y empieza por exigir titulación, con examen teórico y práctico, para pilotar motos acuáticas. Los mayores requisitos se centran en el alquiler. En este caso, las motos sólo podrán navegar en un circuito balizado y alejado de la costa, al menos 200 metros. En ese recinto debe haber una base flotante, donde un monitor podrá detener las máquinas por control remoto en caso de peligro. La normativa ya está en vigor.
22 jun 2002 . Actualizado a las 07:00 h.El manejo de una moto acuática requiere un mínimo de conocimientos debido a su potencia y a sus singulares características. Y la navegación siempre se debe hacer «con prudencia». El director general de la Marina Mercante, el ferrolano José Luis López-Sors, fue el principal impulsor de la nueva regulación tras las muertes del pasado verano. López-Sors vigilará el cumplimiento de las normas con la Guardia Civil del Mar y las policías locales. Entre otras novedades, la nueva normativa permite utilizar las motos de alquiler por horas sin titulación, pero los responsables del negocio deberán impartir una clase previa a sus clientes. Acreditar un conocimiento básico de la máquina es un requisito imprescindible. Dos monitores Para mayor seguridad, en la base flotante que sirve de punto de partida de las máquinas tienen que estar presentes al menos dos monitores. Uno deberá estar atento a cualquier incidencia y en caso de una situación de riesgo podrá detener cualquier máquina mediante un sistema de control remoto. El otro monitor estará dispuesto en una moto, o embarcación de salvamento, para atender de forma inmediata una emergencia dentro del recinto balizado. Asimismo, y como medida de seguridad, las motos de alquiler por horas -las más habituales en las playas- tendrán limitada su potencia a 54,4 caballos.