Un estudio detecta deficiencias graves en el corredor de O Morrazo

GALICIA

Ecología Aplicada estima que los taludes son muy deficientes y representan un grave peligro El Colegio de Ingenieros reclama a la Xunta un debate sobre la calidad de las obras en Galicia

19 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

La Guardia Civil detectó ayer en Moaña el quinto desprendimiento en los taludes del corredor de O Morrazo desde que en diciembre del 2005 fue inaugurado. Las deficiencias registradas en el vial han propiciado que desde la Universidade de Vigo se abogase ayer por cerrar la carretera hasta que se garantice su seguridad, mientras el alcalde de Moaña exige que se lleven a cabo «todas as reformas que fagan falta para garantir a integridade dos usuarios e veciños». La proliferación de incidentes y la alarma social causada por la aparición de socavones y desprendimientos en carreteras gallegas, como en las de O Morrazo y O Salnés, han propiciado también que el Colegio de Ingenieros de Caminos de Galicia haya solicitado ya una reunión con la conselleira de Política Territorial para debatir sobre la calidad de las infraestructuras gallegas y cómo paliar defectos como los aparecidos en los dos corredores. Diez vías cerradas La razón de los fallos constructivos, que ayer motivaban el cierre parcial de diez carreteras en la provincia de Pontevedra, se encuentra en la ausencia de control y tratamientos de estabilización de los viales y sus entornos, y en el incumplimiento de los proyectos y medidas exigidas en las declaraciones de impacto ambiental. Así lo cree al menos el profesor titular de Ecología Aplicada de la Universidade de Vigo Javier Montalvo, defensor sin ambages del cierre temporal del corredor que une Moaña y Cangas hasta que se garantice su seguridad con la reconstrucción de taludes, muros de contención y terraplenes, que a su juicio representan en su estado actual, por sus deficiencias, un grave peligro para la integridad de los conductores. «No hacer bien las obras es muy caro y además puede causar víctimas», recalca Montalvo, que cifra en 120 millones de euros anuales el coste de corrección de los efectos de la erosión por mala construcción en taludes y terraplenes de las carreteras estatales. Las estadísticas de Tráfico dan la razón al profesor de Ecología, al demostrar que el 5% de los muertos en carretera y el 7% de los heridos tuvieron en los efectos de los desprendimientos el origen de sus siniestros. Esa peligrosidad, unida a la notable presencia de agua, merece, a juicio del decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Carlos Nárdiz, que se abra con la Xunta un debate profundo para hacer que los proyectos definan más las infraestructuras y se adapten mejor al territorio gallego.