Australia ataja de raíz el afán de Galicia de ganar flota en el Pacífico

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

GALICIA

M. MORALEJO

España sólo podrá autorizar a 15 de sus barcos a trabajar en el centro del océano El ministerio no envió expertos a la reunión científica de una zona de interés para el sector gallego

04 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El Pacífico iba camino de ser la última conquista pesquera de la flota gallega. Iba. Australia y Nueva Zelanda ya se han encargado de atajar de raíz el desembarco en las aguas de las antípodas que preparaban los buques gallegos, básicamente palangreros de superficie en busca de pez espada. España sólo podrá autorizar a 15 barcos a pescar en el centro y oeste del Pacífico, el cupo que ha otorgado a la Unión Europea (UE) el comité ejecutivo de la Comisión de Pesquerías del Pacífico Central y Oeste (WCPFP, según sus siglas en inglés). -como los armadores han bautizado a una convención con siglas imposibles- es una de las organizaciones regionales de pesca de más reciente creación -apenas dos años y medio- en la que prácticamente el único Estado de la UE que tiene intereses es España. Y más concretamente Galicia, que mandaba allí su flota detrás de pez espada. Lo que empezó siendo un caladero esporádico para los buques gallegos, poco a poco fue ganando atractivo para Galicia, que cada año fue logrando presencia en el centro del Pacífico. Pero en la última reunión del comité ejecutivo de la Western , los países decidieron poner límite al esfuerzo pesquero y decidió cerrar la entrada a nuevos barcos. Esta decisión, en la que Australia y Nueva Zelanda, países conservacionistas por excelencia, llevaron la voz cantante cogió por sorpresa a los armadores gallegos, que tuvieron que conformarse con los 15 permisos otorgados a la UE. «Esa propuesta de no aumentar la capacidad de pesca nos pilla con la expansión de esa pesquería hacia el Índico y el Pacífico», se lamentó José Ramón Fuertes, gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, que explicó además que el reparto de autorizaciones se hará con respecto a la presencia española en el período 2000-2005. La prueba de que la del Pacífico central se trataba de una pesquería en auge está en que el año que España tuvo más flota allí fue en el último del quinquenio: el 2005, con 15 barcos, que serán los que ahora podrán optar a seguir pescando allí. Informes La congelació n de la capacidad de pesca fue propuesta por Canberra y Wellington que, según los armadores, dieron por buenos unos informes científicos que constataban la sobreexplotación de sus zonas costeras, pero lo aplicaron al resto del caladero. Pero España no pudo replicar. Y no porque no tuviera derecho, sino «porque sus expertos no estuvieron en la reunión científica y no pudieron refutar los datos australianos con sus propios análisis, que revelan que el caladero del Pacífico central no está tan mal». Al parecer, todos los científicos estaban ocupados y no hubo personal a quien enviar a la reunión. Los armadores vigueses no dudaron en dar un tirón de orejas a la Administración. Primero al director del Instituto Español de Oceanografía (IEO), con el que se reunieron para reprocharle «el divorcio cada vez más palpable entre el organismo científico y el Ministerio de Pesca» y recordarle que la investigación es una prioridad para la flota española y que debe potenciarse allá donde faene.