La Diputación de Pontevedra facilitó ayer en un bronco pleno celebrado a mediodía un torrente de datos sobre la polémica subvención de 30.000 euros para la primera fase de la remodelación de baños y vestidores del Centro Gallego de México. El gobierno provincial admitió incluso que la copia de la resolución de concesión de la subvención fue llevada al país americano por una representación del PP, pero dejó sin contestar dos preguntas de la oposición: quién trasladó la copia desde la Diputación al PP y quién fue el popular que la llevó al presidente del Centro Gallego, Luis Piñeiro Gil. En ausencia de explicaciones, los socialistas dijeron que no les quedaba «máis que pensar» que quien trasladó el papel fue Núñez Feijoo.
La tesis de los populares es que la subvención fue solicitada en noviembre y declarada de abono por una resolución del 31 de diciembre. Veinticuatro días más tarde, Piñeiro Gil recogió el cheque en la Diputación y, una vez en el país azteca, pidió una copia de la resolución tal vez porque se había olvidado de solicitarla en Pontevedra.
De acuerdo con la versión expuesta ayer por José Juan Durán, portavoz popular en este asunto, fue una representación de los populares que viajaba a América la que hizo de correo. «O sobre coa copia da resolución se deixou na sede do PP para os que iban a trasladarse a México e que iban a estar co señor Piñeiro», señaló Durán sin querer mencionar nombre alguno.
Los socialistas, por su parte, señalaron que la copia había sido llevada por una persona «con experiencia en correos». «Como vostedes néganse sistematicamente a dicir quen foi non nos queda máis que pensar que quen deu ese papel foi Núñez Feijoo», señaló el portavoz socialista, Emilio González.
El pleno terminó convertido en un rifirrafe dialéctico en que el PP acusó al PSOE de poner en marcha «efectos especiales» como prólogo de las elecciones. Salieron a relucir los nombres de George Lucas y Spielberg, y también las promesas de subida de pensiones de Jesús Caldera en Buenos Aires o los viajes de Fernández Moreda.
«Cómpranse e véndense»
El BNG, espectador en la primera parte del debate, terminó interviniendo para pedir que se cambiase el sistema de voto de los emigrantes, ya que ahora los sufragios «cómpranse e véndense». Asimismo, se mostró partidario de limitar el derecho a voto por generaciones.
Los socialistas aseguraron que no estaban de acuerdo con que los votos se comprasen en la actualidad y los populares señalaron que a un ciudadano español no se le puede desposeer del derecho de sufragio. Al final tampoco prosperó una iniciativa del PSOE para regular las ayudas a la emigración. El PP argumentó que ya aplica en Pontevedra el mismo sistema que la Diputación de A Coruña, que gobiernan PSOE y BNG.