Después de un invierno seco, el balance de precipitaciones que deja marzo es el de un mes normal en cuanto a lluvia. Diciembre y febrero se caracterizaron por una inusual escasez de agua, mientras que en enero salvó el mes una primera quincena de temporal. En marzo, en cambio, ha llovido lo habitual a estas alturas del año, con unos registros muy similares a los del 2007, un mes considerado normal, según el informe de MeteoGalicia.
A falta de un informe definitivo para marzo, las estadísticas de las estaciones del organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente permiten apreciar una considerable diferencia con febrero. Mientras en ese mes la mayoría de las estaciones registraron de media en torno a 10 días de lluvia, en marzo esta cifra se acercaba más a los 16 o 17 días de lluvia; en algunas, como Marco da Curra, llovió 23 de las 31 jornadas.
En cuanto a volumen, 10 de las 15 estaciones en la provincia de A Coruña superaron los 100 litros por metro cuadrado acumulados, mientras que en la de Pontevedra fueron 10 de 16; las de Lugo y Ourense recogieron menos lluvia. Solo una, la de la serra de A Faladoira, en A Coruña, superó los 200 litros. Son cifras similares al mes de marzo del año anterior, que dejó algo más de lluvia de lo habitual en el sur de la provincia coruñesa, pero registros algo por debajo de la media en las Rías Baixas.
Pero si estos datos se ponen en relación con el mismo mes de hace dos años, las precipitaciones acumuladas son considerablemente menores. Aquel mes se consideró muy húmedo, con lluvias muy intensas en la franja costera de Pontevedra.
Fenómenos adversos
En lo que sí ha sido pródigo marzo ha sido en fenómenos meteorológicos adversos. Según informó ayer la Consellería de Presidencia, Galicia sufrió 32 de estos fenómenos en 24 días. De estas alertas, 15 fueron de nivel amarillo, 14 de nivel naranja, y 3, de nivel rojo. Estas tres últimas fueron por viento en el mar, mar de viento y mar de fondo, respectivamente. En las demás, la mayoría estuvieron relacionadas con fenómenos marítimos, aunque también se produjeron alertas por viento y por nieve.