La Xunta ha empezado a vender su gestión por mailing o correo directo cuando resuenan tambores electorales. El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, ha rentabilizado con nombre propio la ayuda de 200 euros que el Gobierno gallego aprobó para 50.000 jubilados que perciben modestas pensiones no contributivas. Este complemento consiste en una paga única de 200 euros. Una cantidad módica, que cobrarán los perceptores de los 328 euros mensuales de pensiones no contributivas. Esta cantidad adicional supondrá a los beneficiarios un incremento del 4,3% en sus pensiones, según el Gobierno gallego.
Quintana firma la misiva personalizada que reciben estos días los ciudadanos gallegos con escasos recursos, en la que el número dos del Gobierno los pone en antecedentes de la decisión adoptada el 9 de octubre por el Consello de la Xunta, que establece un complemento autonómico para las pensiones no contributivas.
El coste de la comunicación, según las fuentes consultadas, habría ascendido a unos 12.500 euros, toda vez que la Xunta paga 0,31 por cada carta que remite a los contribuyentes que, con el descuento, se quedan en 0,25, cuando se trata de un envío masivo.
Quintana hace saber a cada perceptor que se le ha ingresado «na conta bancaria na que percibe regularmente a súa pensión» una ayuda económica extraordinaria por una cuantía de 200 euros. Observa además que los Presupostos de la Xunta para el 2009 recogen una partida de 10 millones de euros, idéntica a la actual, para dar continuidad a la prestación.
«Este non é máis que un primeiro e modesto paso para que os pensionistas de Galicia vexan melloradas as contías das súas pensións», recoge la carta que suscribe el vicepresidente de la Xunta.
El número dos del Ejecutivo indica además en su misiva que la Xunta sabe muy bien «que as persoas que teñen as pensións máis baixas son as máis vulnerables aos efectos da crise económica e á perda do poder adquisitivo».
Quintana pone en valor el Sistema Galego de Benestar, y asegura que «un dos principais compromisos do Goberno galego é facer posible novas axudas económicas e servizos sociais». El vicepresidente sostiene que el Ejecutivo autónomo «quere facer de Galicia un país máis xusto e solidario e atender as necesidades daqueles galegos e galegas que máis falta teñen».
La carta donde se comunica la gratificación a los 50.000 gallegos termina «na confianza de que esta información é do seu interese». Anxo Quintana aprovecha la ocasión para enviar un «cordial saúdo» a los pensionistas.
Origen polémico
La gestación de esta ayuda a los pensionistas no ha estado exenta precisamente de polémica. La iniciativa se remonta a octubre del 2006, a la época del ex secretario xeral de Relacións Institucionais de Vicepresidencia, Antón Losada, quien la propuso entre recelos de las consellerías socialistas.
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, acotó entonces que las pensiones no contributivas formaban parte de la caja única y no admitían complementos.
Losada se remitió al artículo 38 de la Ley General de la Seguridad Social y a una sentencia del Tribunal Constitucional para impulsar una iniciativa que, a su juicio, no rompía nada.
El hecho ulterior de que la paga acabase por convertirse en ayuda y no figurase como complemento hizo viable su implantación, hasta el punto de que tanto el vicepresidente como el presidente de la Xunta la publicitaron con orgullo en reiteradas ocasiones.