En cuanto al tiempo en que el pequeño estuvo bajo el agua, el médico del 061 no se atreve, ni puede, precisarlo, si bien «no pudo ser poco». Sus declaraciones arrojaron luz sobre un caso hasta ahora dominado por el hermetismo. Desde el centro se insiste una y otra vez en que hay que dejar actuar a la Justicia. El jefe de estudios dice tener «confirmado» que el niño «salió del agua con los otros, se sacó las protecciones y se dirigió a los vestuarios. Pero hay un lapsus de tiempo en que se le pierde de vista durante unos segundos fatídicos. Fue menos de un minuto, seguro. No sabemos cómo pasó, es prácticamente imposible, porque los monitores acompañan a los niños a la ducha, y es la pregunta que todos nos hacemos».
La otra versión, que manejan los abogados de los padres del menor, es que los responsables del colegio no echaron en falta a Diego Novo hasta que todos los niños estaban cambiados y vieron que su mochila era la única que quedaba en el vestuario.
Uno de los abogados que defienden los intereses de los padres de Diego Novo es el letrado coruñés José Luis Gutiérrez Aranguren. Personado en la causa, afirmó que la declaración realizada tanto por el médico como por la ATS del 061 «fue muy esclarecedora». El abogado cree que las palabras del personal del 061 «denotan que hubo una falta de atención importante por parte del personal del centro educativo», pues, como sostiene el propio médico, «parece claro que se produjo una negligencia».