Una inundación destruye pruebas de la operación Muralla

Xosé carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

En el caso se investigan adjudicaciones de la Diputación de Lugo en el 2006

23 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Buena parte de los documentos requisados durante el desarrollo de la denominada operación Muralla, la investigación llevada a cabo en mayo del 2006 sobre presuntas adjudicaciones irregulares en la Diputación de Lugo en la etapa de Cacharro Pardo como presidente, quedaron destruidos recientemente a consecuencia de unas inundaciones en los juzgados lucenses. El proceso supuso la imputación de media docena de personas, entre ellas técnicos y funcionarios del organismo provincial.

El incidente tiene unas consecuencias por ahora impredecibles, toda vez que el caso llevaba aparcado desde el año 2006, sin que la Fiscalía hubiese tomado ninguna decisión. Muchas de las posibles pruebas recabadas en su momento por los investigadores es seguro que no van a poder aprovecharse si finalmente un tribunal decide juzgar estos hechos. Según algunas fuentes, los documentos que estaban escritos a bolígrafo no pueden leerse porque el agua hizo que la tinta desfigurase completamente la escritura.

La inundación que dañó el material que el ex fiscal jefe de Lugo, Jesús Izaguirre, y agentes de la policía se llevaron en su día de la Diputación Provincial y de otros lugares fue originada por el reventón de una de las cañerías principales del edificio de los juzgados lucenses. El problema, ocurrido hace ya unos meses, fue de tal calibre que la gran cantidad de agua caída anegó casi por completo el sótano del edificio en donde se encuentran, además de los calabozos y las dependencias de los grupos sindicales, los archivos.

El gran torrente de agua provocado cayó directamente sobre el techo de la habitación donde se encontraban las cajas que contenían los documentos incautados en la Diputación y en varias empresas a las que estaban vinculados los detenidos. Varias tapas del techo cayeron y el líquido elemento se fue directamente sobre buena parte de la documentación, especialmente la situada justamente debajo de donde rompió la techumbre.

Partidas de papeles situadas fuera del radio del agujero por el que cayó el agua no se vieron afectadas por esta, pero solo en el caso de las que estaban situadas en la parte más alta, porque las colocadas sobre el suelo resultaron dañadas.

Comunicación al juzgado

Una vez que hubo constancia de lo ocurrido, el material fue retirado del lugar. Además, se comunicó lo ocurrido al Juzgado de Primera Instancia número 1, cuya titular dirigió en su momento la operación, y también a la Fiscalía para que tuvieran constancia de lo sucedido y pudieran ofrecer alguna solución.

Según señalaron diversas fuentes, parece que miembros del juzgado y la Fiscalía quedaron en revisar los documentos para poder tomar decisiones. Algunos de ellos comenzaron a ser analizados por el fiscal jefe de Lugo, Javier Rey Ozores.