La trama de la Carioca planeó volar un club de la competencia

José Fernández LUGO / LA VOZ

GALICIA

El plan consistía en hacer estallar los depósitos de propano del local

08 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Explotación sexual, evasión de capitales, drogas, corrupción policial... A la madeja de los burdeles de Lugo no le falta lana. A medida que avanza la investigación se van conociendo hechos como, por ejemplo, que el grupo de la Carioca planeó en algún momento volar el Tritón, un club de alterne de la competencia, ubicado en el municipio de O Corgo, al lado de la N-VI. Pero aún hay más: al parecer, una venganza estaría detrás de los incendios que calcinaron varios vehículos en la capital lucense a principios del año pasado.

José Manuel García Adán, propietario de los dos principales clubes de la trama y considerado como el cabecilla de la organización, no quería que nadie le hiciera sombra. El hombre frío y calculador, como dicen que es él, no solía dar la cara. Incluso los negocios no estaban a su nombre. Según datos obtenidos en el transcurso de la investigación, este hostelero supuestamente encargó a un colaborador que hiciese desaparecer o bien diese un buen susto a los responsables de un club de la competencia. Todo para vengarse porque el local rival se llevó a algunas mujeres que tenía en el Queens.

El plan era utilizar las bombonas o depósitos de propano del establecimiento de O Corgo para provocar un incendio o una deflagración. Falló el operativo porque, en el momento en que iba a ser ejecutado, parece que apareció algún vehículo o persona que pudo sospechar.

Entre algunos colaboradores de Adán y empleadas trascendió lo ocurrido. Nadie pidió secreto absoluto o discreción sobre el fallido plan, entre otras razones porque al jefe le interesaba dar la imagen de que con él no se jugaba. El Tritón es, junto al desaparecido Queens, de los clubes de alterne de la provincia de Lugo con mayor número de mujeres.

A propósito de venganzas, también se supo que al menos dos turismos y una ambulancia que ardieron en la primavera del año pasado en la zona de la Fonte dos Ranchos, en la capital lucense, pudieron haber sido incendiados de forma intencionada. Algunas personas atribuyeron este hecho a Adán, que presuntamente le habría encargado el trabajo a alguno de los hombres que figuraban en la cúpula de la trama.