Uno de los burdeles de la Carioca fue un centro de distribución de armas

José Fernández LUGO / LA VOZ

GALICIA

Algunas bandas de ladrones pudieron haberse surtido de armamento y munición en el club Queens, de O Ceao

09 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los investigadores de la operación Carioca no descartan que el Queens, el club de alterne y centro de operaciones de la mafia de los burdeles, fuera también un centro de distribución de armas. Tienen datos que avalan esta teoría. También el local servía para la distribución de droga, especialmente cocaína.

Los numerosos testimonios obtenidos a lo largo de la instrucción reflejan que en el burdel de José Manuel García Adán había armas. Muchas mujeres vieron algunas piezas, incluso presenciaron como el jefe iba habitualmente armado y era frecuente que hiciera disparos. Varios vehículos que estaban en la misteriosa parte de atrás del club aparecían completamente acribillados a balazos.

Parece que todo lo anterior es una simple anécdota. Detrás podría esconderse un comercio de armamento y munición. Las armas presuntamente llegaban al establecimiento procedentes de Tenerife. Que en el club se traficaba con ellas era algo que se conocía en el mundo del hampa. De hecho, hasta O Ceao pudieron haberse desplazado miembros de algunas bandas de ladrones, entre ellas algunas de la zona de Valencia. Además, no se descartó que también grupos de asaltantes de Portugal fueran surtidos en este supermercado de drogas, sexo, armas y corrupción.

Durante los registros efectuados, tanto en el club como en el domicilio del propietario, aparecieron armas. También municiones. Incluso fue abierta una investigación para determinar si estas pudieran provenir de la Policía Local de Lugo, como así parece que fue. Este verano, en el transcurso de un registro realizado en el burdel, fueron hallados once cartuchos escondidos en el gallinero del prostíbulo. García Adán, según algunas fuentes, tuvo tiempo de deshacerse de numerosa munición antes de su detención.

La tarjeta del PSOE

Por otra parte, el secretario provincial del PSOE de Lugo, Ricardo Varela, explicó ayer que la tarjeta de crédito que utilizó un miembro de su partido, que tuvo un cargo de confianza en la Xunta, era su tarjeta personal, y no del partido, y así lo declararon ante la jueza en una testifical practicada en diciembre pasado.