El misterio se dispara en la Carioca por las referencias a cuatro extrañas muertes

josé Fernández LUGO / LA VOZ

GALICIA

Hallar pistas de una mujer que pudo ser asesinada en el club Queens es uno de los muchos objetivos de la investigación

10 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Armando, ¿dónde está Ana?». Esta misteriosa pregunta fue efectuada por desconocidos a través de múltiples pintadas que aparecieron en las calles de Lugo después de que se produjera la detención del cabo de la Guardia Civil Armando Lorenzo, vinculado con la operación Carioca. Ana fue, supuestamente, una prostituta que desapareció misteriosamente y que se cree que pudo haber muerto de forma violenta en el club Queens. No es el único muerto al que se hace referencia en la compleja investigación. Hay tres más, pero de momento solo aparecieron dos cadáveres. El misterio está servido y quizás nunca se llegue a desvelar.

La muerte más directamente vinculada con la trama es la de Ana. El nombre, por cierto, es posible que no sea ese. Los investigadores interrogaron a decenas de mujeres que trabajaban en el alterne. Todas hablaron por los comentarios que oyeron y estos dan para hacer una película de suspense. Hay quien asegura que vio a la desaparecida en silla de ruedas y que oyó que la tiraron por las escaleras del Queens y, después, a un pozo que hay en el lugar. Según otra versión, recibió una paliza en una de las habitaciones del club y su cadáver fue enterrado en el solar del establecimiento. Hay incluso la teoría de que pudo haber sido rociada con ácido sulfúrico. También dicen que fue hallada muerta en la Casa de Campo de Madrid.

Los investigadores llegaron a tener referencias de que el dueño del club, José Manuel García Adán, apareció una tarde ensangrentado después de haber realizado unos disparos. Lo vieron muy nervioso. ¿De quién era la sangre? La pregunta es muy difícil de contestar, entre otras razones porque al parecer tenía algunas aficiones muy raras como, por ejemplo, matar a base de disparos las ovejas y gallinas que tenía en la finca del prostíbulo.

La sugestión por la ausencia de Ana entre algunas empleadas del club llegó a tal extremo que una de las trabajadores acudió a la catedral lucense para pedir a un sacerdote que diera una misa y rezara por ella.

La jueza del caso Carioca fue con su equipo al Queens en busca de indicios de la muerte de Ana. La policía científica roció las paredes con un líquido especial y halló restos de sangre. Se mandaron muestras a los laboratorios y, por ahora, no se conocen los resultados. La supuesta fallecida sigue sin aparecer.

A lo largo de la investigación también surgieron referencias a otra mujer muerta, sin embargo su cadáver nunca fue encontrado porque no se sabe dónde pudo acabar ni tampoco si la historia que circuló por el Queens es realmente cierta. Esta habla de una mujer que se enamoró ciegamente de García Adán. El presunto proxeneta, utilizando sus influencias, supuestamente la apartó de él consiguiendo que la ingresaran en el centro psiquiátrico de Castro, del que acabó escapándose. La mujer volvió al club, pero acabó desapareciendo sin dejar rastro.

De las otras dos muertes que afloraron en la investigación hay cadáveres. En la primera quincena de abril del 2006 apareció destrozada en una cuneta de la carretera de Lugo a Monforte, cerca de Sarria, una mujer supuestamente vinculada a un club de alterne de Pobra de San Xiao. El caso se cerró como si se tratara de un atropello. Pudo no ser así.

Muchos años antes de este suceso fue encontrado el cuerpo sin vida de un joven en las proximidades del cementerio de Outeiro de Rei. Nunca se supo sobre los autores de este asesinato. Parece que este hombre tuvo algún tipo de relación con García Adán o eso es, al menos, lo que alguna persona llegó a comentar a los investigadores de la operación Carioca.