La extensión del uso del coche oficial para los representantes del Parlamento gallego es relativamente reciente. Se remonta al año 2002, el año del naufragio del Prestige, coincidiendo con el último mandato de Manuel Fraga en el Gobierno de la Xunta. En la década precedente de los años noventa, la Cámara autonómica disponía de tres coches oficiales y otros tantos chóferes.
Uno de estos vehículos estaba asignado al presidente, y los dos restantes era vehículos destinados a cubrir las «incidencias», y así los denominan las fuentes consultadas, y que estaban destinados básicamente a transportar a los demás miembros de la Mesa a los actos institucionales.
El valedor do pobo, que es un alto comisionado del Parlamento, disponía también de su propio vehículo, que recientemente ha decidido sustituir por una unidad valorada en algo más de 62.000 euros.
Mandato de García Leira
No obstante, fue con el último mandato del popular García Leira en la presidencia de O Hórreo, que arrancó en las autonómicas del 2001, cuando la Cámara decidió extender el coche oficial para todos los miembros de la Mesa.
Los primeros beneficiarios de esta prerrogativa pasaron a ser Inmaculada Rodríguez Cuervo, Juan Pedrosa, ambos del PP; así como la nacionalista Salomé Álvarez y la socialista Dolores Villarino. La llegada de la izquierda al gobierno parlamentario mantuvo la situación y Villarino incluso planteó la opción de extender el coche oficial a los portavoces de los grupos políticos. El BNG, con Carlos Aymerich a la cabeza, abortó en el 2007 la propuesta.