El cuarto país con más gallegos tendrá jefe diplomático de la comunidad
09 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Roberto Varela será el embajador de España en Uruguay. El que fue titular de Cultura e Turismo desde la llegada al poder de Alberto Núñez Feijoo, en abril del 2009, hasta que el presidente de la Xunta, el mes pasado, decidió reducir de diez a ocho las carteras de su Gabinete, el pontevedrés Roberto Varela Fariña, será nombrado próximamente por el Gobierno central, según fuentes de toda solvencia. Con plaza en la capital, Montevideo, relevará en su puesto de trabajo a la madrileña Aurora Díaz-Rato Revuelta, quien había sido designada para el cargo en junio del 2008 por la Administración Zapatero. Instado ayer a corroborar la veracidad de la noticia, su protagonista se negó siquiera a comentarla.
Varela Fariña ejercerá en una república donde, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) actualizados a comienzos del 2011, residen 38.152 gallegos. Se trata del tercer país del extranjero con mayor población reconocida como de la comunidad autónoma, solo por detrás de Argentina y Venezuela, y ligeramente por delante tanto de Brasil como de Suiza. No en vano, el 4 de enero, en el marco de la despedida del exconselleiro de San Caetano, el propio Feijoo, refiriéndose al alto cargo saliente, ya había avanzado públicamente: «Asumirá responsabilidades onde tamén hai moitos galegos».
Diplomático de profesión, el futuro embajador nació en Meaño (O Salnés) en 1959. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona y en Relaciones Internacionales por la Ileri parisina, ya había gestionado, a principios de los noventa, el área de Relaciones Económicas con Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores. Posteriormente, se curtió en las embajadas de Bonn (Alemania) y Kuwait, cuya segunda jefatura llegó a desempeñar. Desde el 2004 y durante casi un lustro, llevó a cabo tareas de cónsul cultural en Nueva York.
Por como suelen desarrollarse las cosas en su mundo, probablemente todavía transcurran un par de meses hasta que tome posesión efectiva en el nuevo destino. El Gobierno uruguayo aún ha de conceder su plácet a la operación y el de Mariano Rajoy, a continuación, ratificarla en sesión ordinaria del Consejo de Ministros. La propia Díaz-Rato, como corresponde en casos de esta índole, también dispondrá luego de tiempo suficiente (un tope de 50 días) para preparar su relevo al frente de la diplomacia española en la nación que preside el político de izquierdas José Alberto Mujica.
Su despedida de Cultura
En el momento en que cristalicen todos esos movimientos previstos, Varela Fariña podrá comenzar a demostrar aquello que prometió hace seis semanas, justo la mañana en que dejaba la Consellería de Cultura. «Vaia onde vaia, a miña prioridade será defender os intereses do meu país, de Galicia», garantizó entonces, sin querer ir más allá, ante medio centenar largo de autoridades y periodistas.
Según el INE, el sudamericano es actualmente el undécimo país del mundo con una colonia española más numerosa. Mensualmente, a tenor de lo que certifica la Agencia Estatal de Administración Tributaria, las empresas gallegas colocan allí bienes y servicios por valor de 1,6 millones de euros, mientras que apenas gastan 0,65 en importaciones. Además, Montevideo acoge, al igual que Buenos Aires (Argentina) y Bruselas (Bélgica), una de las tres embajadas de la Xunta en el extranjero.