Los «irmandiños» apuestan por alumbrar un nuevo proyecto político
12 feb 2012 . Actualizado a las 17:08 h.La interminable resaca de la decimotercera asamblea del BNG, que segmentó el frente en dos grandes polos, ha transcurrido hasta ahora con el goteo incesante de bajas de afiliados o con la renuncia en puestos de representación institucional. El exsenador Pérez Bouza, la histórica sindicalista agraria Lidia Senra o la diputada Teresa Táboas, entre otros, dan fe de ello. Pero hoy podría escenificarse la ruptura del Bloque si se confirma la escisión del Encontro Irmandiño (EI), corriente liderada por Beiras, fundador del BNG y referente histórico de una de las dos grandes sensibilidades del nacionalismo que han convivido bajo el mismo techo desde que se fundó el frente en 1982.
Si Beiras y los suyos dicen hoy adiós al Bloque, se habrá marchado una gran parte de la historia del frente, y el líder sobre el que nacionalismo construyó su vertiginoso ascenso electoral durante la década de los noventa. La asamblea irmandiña, que tendrá lugar en el Palacio de Congresos de Santiago a las cuatro de la tarde, será abierta a simpatizantes, aunque en las votaciones solo participará la militancia. La dirección calcula que unas 250 personas decidirán si es posible refundar el BNG desde dentro o, si por el contrario, es necesario impulsar un nuevo proyecto político. Todo hace presagiar que, mayoritariamente, la militancia del EI se decantará por abandonar el frente. Desde mucho antes de la asamblea nacional del BNG, gran parte de las bases irmandiñas ya eran partidarias de dejar el Bloque. Fue entonces la cúpula de la corriente, con Xosé Manuel Beiras, Mario López Rico y Luis Eyré, entre otros, los que convencieron a las bases de que era necesario dar la batalla en la decimotercera asamblea del frente.
A esa cita, los irmandiños concurrieron en una alianza con Máis Galiza, visualizada en el tándem formado por Beiras y Aymerich, pero el resultado del cónclave ha llevado a la dirección de EI al mismo convencimiento que sus bases: en el BNG, un frente controlado por la UPG, no hay nada que hacer. Esto es lo que explica la sensación generalizada de que, salvo imprevistos, los irmandiños anunciarán hoy su adiós al Bloque. Una postura que dejaría en una situación muy incómoda a Máis Galiza, su socio en la actual ejecutiva del frente, que celebrará el 11 de marzo un congreso para decidir, entre otras cosas, si continúa en el BNG. Por ahora, gran parte de las bases, y sobre todo su ala juvenil, son partidarias de tomar el mismo camino que los irmandiños. El tiempo dirá si para confluir en un mismo proyecto para cubrir el espacio que, según ellos, ya no es posible atender en el BNG.