Las dudas que plantea entre el electorado nacionalista la posibilidad de que las escisiones en el seno del nacionalismo cristalicen en una alternativa al BNG ante las próximas autonómicas son recibidas en los movimientos que intentan articular un frente común como una confirmación de sus opciones reales en las urnas.
Mario López Rico, comisionado de comunicación de Encontro Irmandiño, la corriente liderada por Xosé Manuel Beiras, destaca que detrás de ese 38 % del electorado que en el 2009 votó al BNG y ahora expresa su disposición a votar a una alternativa nacionalista está «unha forza política en construción e liderada por Beiras que ten xa un apoio importantísimo». «Vai haber un tsunami electoral en Galicia, porque hai mar de fondo», vaticina López Rico, que sintetiza los resultados del barómetro en la idea de que «o PP está castigado polo que fai, o PSOE polo que fixo, e o BNG polo que deixou de ver».
Desde la corriente que representa el polo más socialdemócrata y centrista de esa alternativa al Bloque, Máis Galiza, Xoán Carlos Bascuas pide cautela ante los sondeos, aunque asume que el barómetro refleja «as posibilidades de ter un resultado electoral e acadar representación parlamentaria». Para Bascuas «existe unha expectativa, acompañada de ilusión e de esperanza, para a concreción do novo proxecto político». Ese objetivo, apunta, tiene «un motor» en las opciones de respuesta del electorado que abre el sondeo.
Esquerda Unida, optimista
También Esquerda Unida muestra una lectura en clave optimista de una encuesta electoral que sitúa a la formación con el 2,9 % de los votos y con margen para crecer entre ese 45 % de sufragio que todavía estaría en el aire.
Xabier Ron, de la ejecutiva de EU-IU, resalta que la formación tendría escaño en O Hórreo si se aceptase la reforma legal que pide para bajar el listón del 5 al 3 %, y restituir lo que modificó Manuel Fraga. «Traballaremos nese 45 % de voto indeciso para acadar a dificultosa barreira do 5 %».