Greenpeace denunció ayer que los responsables de la catástrofe del Prestige no se sentarán en el banquillo y advirtió de que podría volver a repetirse. La organización ecologista mostró su indignación por que solo un ex alto cargo del Gobierno, el ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors, esté imputado, cuando cumplía órdenes, y ninguna empresa dé cuentas a la Justicia. Para Greenpeace, la marea negra fue consecuencia de los fallos y negligencias en las decisiones del Gobierno. Considera que los mayores responsables fueron Mariano Rajoy, vicepresidente y encargado de la gestión de la crisis, y el extitular de Fomento Francisco Álvarez Cascos. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, también señalado como responsable, afirmó que hay que ser «muy prudentes» en lo que se dice. El portavoz de Equo, Juan López de Uralde, reclamó que se haga justicia y que el desastre no quede impune, ya que ello supondría un «grave precedente».